domingo, 31 de diciembre de 2017

SOMOS FAMILIA DE DIOS

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EUCARISTÍA DEL DOMINGO 31-12-17. LA SAGRADA FAMILIA.


Monición de entrada.

         Hoy se acaba el 2017. Todo el mundo hace balances de todo tipo: económicos, deportivos, lluvias sequías y pantanos, accidentes… si ha sido mejor o peor que el año pasado.

         Pero eso a nosotros a veces nos llega muy lejos, y nos limita la atención a otros aspectos más cercanos a nosotros. Hoy es el día de la Sagrada Familia, y deberíamos hacer un recuento de cómo nos ha ido este año con nuestra familia.

         ¿Hemos dedicado a nuestra familia el tiempo necesario?

         ¿Nos hemos querido como Cristo nos enseña, o simplemente nos hemos soportado, o incluso, ni siquiera eso, sino que ha habido malos modos, separaciones, insultos…?

         ¿Hemos sido nexo de unión, o hemos sido los causantes de las discordias?

         Ya sé que al cabo de los años, hay de todo en las familias, y si “en mi casa cuecen habas, en la tuya a calderadas”, que suele decirse. Pero no estaría de más que nos miráramos cada uno el ombligo sin pensar en que fue el otro el que me dijo primero que…Todos tenemos nuestra parte de culpa, de compromiso y de obligación de solucionar los problemas

        Nos ponemos en manos de la Sagrada Familia de José, María y Jesús como ejemplo.


Peticiones de perdón.

1.   Pedimos perdón a Dios y a nuestra familia porque a veces vemos al cónyuge, al padre, a la madre, al hijo, al hermano o al cuñado, como enemigo a batir antes que como el familiar a quien debo mucho más que amor. Señor, ten piedad.

2.   Pedimos perdón a Dios y a la sociedad porque no valoramos la importancia de la familia, dando más categoría a elementos como los amigos, la tele o el dinero. Señor, ten piedad.

3.   Pedimos perdón a Dios y a la Iglesia porque a veces no nos consideramos todos hijos de un mismo Dios, y nos sentimos superiores a los otros solo porque somos de raza blanca, del “barrio de toda la vida” o cualquier otra patraña que nos queramos inventar. Señor, ten piedad.



Monición a las lecturas.

         Las 3 lecturas de hoy van orientadas hacia la misma idea: exaltar el valor de la familia, el respeto mutuo de padres e hijos y el cumplimiento de los preceptos que debemos seguir para que seamos felices en familia.


Peticiones.

1.   Te pedimos Señor para que los esposos, fundadores primarios de la familia, sepan quererse y enseñen a querer al resto de la familia, perdonándose los pequeños defectos que cada uno tenemos.

Jesús, José y María, enseñadnos a amar.

2.   Te pedimos Señor para que los jóvenes sigan viviendo en familia como lugar de aprendizaje en el amor, y no la utilicen como un hotel- restaurante-banco-esclavos a mi servicio.

Jesús, José y María, enseñadnos a amar.

3.   Te pedimos Señor por las familias separadas por riñas, trabajo, emigración, enfermedad, para que el ejemplo de la Sagrada Familia les sirva de estímulo para mejorar su situación.

Jesús, José y María, enseñadnos a amar.

4.   Te pedimos Señor por la Gran Familia Humana de más de siete mil millones de personas que habitamos este mundo, que nos consideremos todos Hijos de un mismo Dios que nos quiere a todos como hermanos.

Jesús, José y María, enseñadnos a amar.

5.   Te pedimos Señor por la Gran Familia de la Iglesia Católica, para que propaguemos la fe en base a nuestras obras, y respetemos a los que no piensan como nosotros para poder ser algún día una Iglesia Universal.

Jesús, José y María, enseñadnos a amar.




domingo, 24 de diciembre de 2017

JESÚS NACE SIN HACER RUIDO


NOCHEBUENA MISA DE GALLO



PREGÓN DE NAVIDAD

Hoy, en la madrugada del 25 de diciembre de 2017, necesitamos más que nunca de la Buena Noticia:
¡Dios se encarna en cada uno de nosotros para devolver al mundo la fe, la esperanza y el amor perdidos!

Jesús nace sin adornos y sin más luces que las de las estrellas.
Nace sin bullicio y sin ruido, tan solo le acompaña el susurro de los animales del establo.
Su portal no tiene muros, ni paredes, ni puertas que le resguarden del frío o de la lluvia.
Jesús nace a la intemperie.

No busquemos a Jesús en la marabunta de tiendas, centros comerciales y regalos, lo encontraremos sentado en el suelo entre las calles.
No lo busquemos en las grandes cenas y brindis, sino en el corazón de las personas con las que las compartimos.
No busquemos a Jesús en la comodidad de nuestra casa caliente, lo encontraremos fuera de ella, dejándose la vida por mejorar el mundo.
No busquemos a Jesús en las caras largas y amargadas, lo encontraremos en los optimistas y en los que creen en la utopía.
No busquemos a Jesús en ninguna religión ni manera de pensar, lo encontraremos en la libertad del ser humano.

No pongamos condiciones a Dios, Él no ha puesto ninguna condición para hacerse uno de nosotros amándonos tal y como somos.

No nos apropiemos de Él; es de todos y para todos.
Si Navidad ha de ser especialmente para alguien, ese alguien son los pobres: Los marginados, los maltratados, los excluidos, los tristes, los enfermos, los niños, los incomprendidos, las víctimas de cualquier tipo de violencia, los más desfavorecidos; en definitiva, los preferidos de Jesús. Que todos ellos sean bendecidos esta noche de manera muy especial.

Y por último, no olvidemos que hemos de hacer que todos los días sean Navidad.

¡Gloria a Dios en el Cielo y paz en la tierra a todos los hombres de buena voluntad!



ORACIÓN DE PERDÓN

Señor, en esta Navidad
cambia todos los corazones
que están en tinieblas
y déjalos ver tu Luz.

Hoy quiero pedirte perdón
por el tiempo perdido,
por el dinero malgastado,
por la palabra inútil
y el amor desperdiciado.
Perdón por las obras vacías
y por vivir sin entusiasmo.

Cólmame de bondad y alegría,
para que cuantas personas se acerquen a mí,
encuentren vida y un poquito de TI.



HOMILIA

Vídeo “La Navidad de los pobres”

Para reflexionar: ¿Qué diferencias vemos entre su manera de entender y vivir la Navidad y la nuestra? ¿Qué Navidad vivió Jesús?

lunes, 18 de diciembre de 2017

¡ESTAD ALEGRES; EL SEÑOR ESTÁ CERCA!

EUCARISTÍA DEL DOMINGO 17 DE DICIEMBRE DE 2017. TERCER DOMINGO DE ADVIENTO

MONICIÓN DE ENTRADA


-Buenos días, hermanas y hermanos. Ya estamos en el tercer domingo de adviento. Durante las semanas anteriores hemos ido quitando de nuestra vida aquello que nos estorbaba para poder recibir y acoger a Jesús esta Navidad, es decir, para recibir y acoger a las personas que lo necesitan.


-El primer domingo de Adviento vimos la necesidad de estar atentos, vigilantes, para ser capaces de descubrir las necesidades de nuestro mundo y quitamos de nuestro portal aquellos adornos que nos estorbaban. El domingo pasado se nos invitó a romper nuestras seguridades, eliminando fronteras y muros que nos separan del hermano, y por eso quitamos las paredes de nuestro portal.

-Todavía nos queda mucho por hacer. Hoy nos toca el tejado del portal. Hay que derribarlo. No nos gustan los tejados. ¿ Os sorprende? Es verdad que nos proporcionan comodidad, ¿no?. Gracias a ellos no nos mojamos cuando llueve. También funcionan como un magnífico sombrero, que nos evitan la luz solar directa y por tanto el riesgo de quemaduras e insolación. La verdad es que parece que no está mal tener un buen tejado.

-Pero también el tejado puede ser negativo: nos ponemos tejados que nos impiden “mojarnos” por los demás; tejados que no nos dejan salir de nuestra comodidad; tejados que nos ensombrecen sin dejarnos recibir la luz ni sentir el calor y nos vuelven fríos y egoístas. Y el tejado también nos impide, por la noche, ver las estrellas, no nos deja ver la estrella que nos guía hacia Jesús.

-La liturgia de hoy nos invita a salir, a ser portadores con alegría de “buena noticia”; estamos invitados a preparar el camino, y dar testimonio de que el mundo, con Jesús, puede cambiar.

-No podremos allanar ni preparar el camino sin salir al camino. Vamos a dejar a un lado nuestra comodidad y a eliminar aquellos tejados que suponen un obstáculo para salir. (Vamos a eliminar el tejado)


PERDÓN

-Perdón, Señor, por todas las acciones y omisiones que me separan de mis hermanos. Señor, ten piedad.

-Perdón ,Señor, por mi indiferencia, egoísmo y comodidad. Cristo, ten piedad.

-Perdón, Señor, por mi falta de alegría. Señor, ten piedad.


PETICIONES
 

1.- Jesús, queremos ser testigos de tu Luz. Abre nuestros ojos para ver mejor las necesidades de los demás. Te lo pedimos, Señor.

2.- Jesús, queremos ser testigos de tu Luz. Abre nuestros oídos para saber escuchar y respetar a todos, aunque no piensen como nosotros. Te lo pedimos, Señor.

3.- Jesús, queremos ser testigos de tu Luz. Abre nuestra boca para decir cosas buenas de los demás, para bendecir y sonreír. Te lo pedimos, Señor.


4.- Jesús, queremos ser testigos de tu Luz. Abre nuestro olfato para saber apreciar todo lo bueno que nos regalas cada día: los árboles y plantas, el alimento, la naturaleza… Te lo pedimos, Señor.

5.- Jesús, queremos ser testigos de tu Luz. Abre nuestras manos y todos los poros de nuestra piel para acoger, para acariciar y para construir un mundo mejor. Te lo pedimos, Señor.


HOMILÍA

-A lo largo de estas semanas se nos ha ido invitando a preparar el camino para que Jesús pueda vivir en nuestro mundo. Estar atentos, romper los muros, salir fuera de nosotros mismos, de nuestra comodidad; para acoger, abrazar, para devolver la esperanza a los que la han perdido.

-Uno de los obstáculos más grandes que nos ponemos a la hora de salir fuera de nosotros, a la hora de dar testimonio de esa Luz que llevamos dentro, es la tristeza.

La Palabra de Dios en la segunda lectura comienza de esta manera: “Hermanos, estad siempre alegres”.

-Encontramos mil excusas para no estar alegres y nos refugiamos en la amargura y en la tristeza. Y a pesar de todo aquello que necesitamos cambiar, de todo lo que nos destroza, hay miles de motivos más para la alegría y para confiar en que este mundo se puede mejorar. Millones de personas dan su vida a diario para que este mundo sea mejor. Nosotros damos la vida en muchas ocasiones sin darnos cuenta. -Pero solemos fijarnos más en los errores que en los logros. Y perdemos la cuenta de tantos y tantos seres humanos silenciosos que van entregando el mismo espíritu que Jesús entregó cuando hace miles de años quiso venir para quedarse entre nosotros. No podemos esperar que el mundo cambie si no cambiamos nuestro espíritu triste y amargado.

-Que estemos alegres en el Señor, es nuestro deseo para estos días de Adviento que aún nos quedan. Esperemos a Jesús con el espíritu encendido.





PAZ


En el gesto de la paz los niños repartirán emoticonos con caritas sonrientes como signo de que tenemos que estar alegres.


PADRENUESTRO

Además de rezar el padrenuestro, escucharemos antes el Padrenuestro de la alegría. 




domingo, 10 de diciembre de 2017

PREPARAD EL CAMINO AL SEÑOR, DERRIBAD MUROS



Eucaristía 10/12/2018. Segundo domingo de Adviento.

 

Monición de Entrada

Buenos días. Celebramos hoy el 2º domingo de adviento. Ya nos habló Lorenzo la semana pasada de que tenemos que estar despiertos, en vela; y que a veces los adornos, las cosas superficiales nos distraen y nos lo impiden. Por eso quitamos los adornos tan bonitos que tenía nuestro templo. Hoy vamos a seguir preparándonos para recibir a Jesús de la mejor manera posible. El evangelio de hoy nos recuerda a Juan el Bautista que proclamaba por el desierto: preparad el camino al Señor.

¿Cómo podemos preparar ese camino en nosotros, entre nosotros y en el mundo?

Pues además de estando alerta, eliminando aquello que nos impide darnos cuenta de lo que nos rodea, aquello que nos da seguridad, pero también nos aísla, aquello que corta caminos, que separa. En nuestro templo de navidad lo hemos representado con las paredes, los muros. Es cierto que nos protegen del frio, del calor, del viento, pero nos impiden ver el barrio que nos rodea, y también nos oculta a los demás, los que pasan por nuestras calles. Todos tenemos paredes que hemos ido levantando a lo largo de nuestra vida, muros, con el buen fin de protegernos y de crear un espacio donde poder vivir con paz, comodidad, tranquilidad…. Pero muchas veces estos muros, estas paredes al final nos han aislado de la realidad, de los demás, del que nos necesita. Nos impide tender caminos, y lo peor es que muchas veces nos impide hasta recibir la buena nueva y compartirla con los demás. Encerrado entre nuestras paredes no podemos preparar el camino al Señor. Por eso hoy vamos a quitar de nuestro templo navideño las paredes. No os preocupéis, que no se caerá el tejado porque dejamos las columnas. Vamos a arriesgarnos a vivir un poco más expuestos. Y durante la semana que empezamos, vamos a tratar de identificar donde hemos colocado paredes en nuestra vida para ir tirándolas y así abrir caminos al amor, que es la buena nueva que Jesús nos trae.


Perdón Por nuestra falta de humanidad cuando nos preocupamos solo por lo que pasa entre las paredes de nuestro pequeño mundo cómodo y seguro. Señor ten piedad

Por nuestra falta de valentía para derribar todas aquellas paredes que nos separan sin ninguna otra razón que el egoísmo o la costumbre. Cristo ten piedad

Por nuestra falta de alegría y de esperanza ante la realidad de un mundo lleno de muros y divisiones que nos hace pensar que no podemos allanar caminos al amor. Señor ten piedad


Monición a las lecturas

En las lecturas de escuchamos mensajes de esperanza, de que algo bueno nos va a pasar. En la primera lectura nos anima a consolar a la gente con un mensaje esperanzador. Viene el Reino de Dios, viene la justicia, la paz. Y toda la humanidad será testigo. Para preparar su llegada tenemos que ir preparando el camino.

En la segunda lectura nos anima a estar siempre atentos, como vimos la semana pasada, porque puede que en cada instante nos crucemos con Jesús, que quiere encontrar a cada uno de nosotros dispuesto a reconocerle.

Y por último en el evangelio, el gran profeta Juan Bautista, desde la sencillez, desde la pobreza, intuye que llega quien nos puede bautizar con Espíritu Santo. Tenemos que preparar su venida. Y lo vive gracias a la ausencia de muros en su vida.


Oración de los fieles 

 
Por la Iglesia, por nuestra Parroquia de Valdefierro, para que tengamos el valor de derribar los muros que nos separan de los que sufren y seamos ante el mundo testigo y presencia del amor de Jesús. ROGUEMOS AL SEÑOR
Por todos nosotros, para que la participación en la Eucaristía de hoy nos ayude a preparar el camino, para que el amor de Jesús llegue a todo el que le necesite. ROGUEMOS AL SEÑOR.
Por todas aquellas personas que son víctimas de los muros que se han ido levantando en el mundo para proteger a los ricos y separar a los pueblos, que vean en los cristianos un apoyo para abrir caminos de encuentro. ROGUEMOS AL SEÑOR.
Por todos los cristianos, para que sepamos ofrecer a todos, pero especialmente a los jóvenes, razones para la esperanza. ROGUEMOS AL SEÑOR
Para que en estos días de adviento tratemos de eliminar esas paredes que nos aíslan de los demás y de Jesús, con alegría y con esperanza. ROGUEMOS AL SEÑOR
Por todas aquellas personas que sufren enfermedad, soledad, paro, problemas familiares, los emigrantes forzosos, los refugiados, las víctimas de violencia de género…., que encuentren en nosotros el rostro de Jesús y experimenten su amor. ROGUEMOS AL SEÑOR

domingo, 3 de diciembre de 2017

¡VELAD!

EUCARISTÍA DEL 3 DE DICIEMBRE DE 2017. PRIMER DOMINGO DE ADVIENTO.

Monición de entrada.-
Hoy empezamos un nuevo año litúrgico, y por ello hemos cambiado nuestro lema. El anterior era “La Huella de Jesús en ti”, y el de este año va a ser este: “Un mundo sin fronteras, una Iglesia sin puertas”.


También además hoy empezamos con el Primer domingo de Adviento, que es el tiempo de preparación de los cristianos para celebrar la Navidad. Y por eso hemos puesto también en esta pared este portal de Belén.

Algunos pequeños a lo mejor no sabéis lo que significa la palabra “Velad”. ¿Qué es velar?… Estar sin dormir por “velar” a un enfermo, o un vigilante “vela” para que no entren ladrones en su fábrica. También se suele decir cuando unos padres quieren que a su hijo no le falte de nada y no pase peligros: “No te preocupes, hijo mío, que yo velaré por ti”. Pues la misa de hoy nos va a hablar todo el rato de que tenemos que estar atentos y velar, no dormirnos en los laureles.

¿Y cómo unimos en la misa de hoy estas tres cuestiones: El nuevo año litúrgico con su lema de “Un mundo sin fronteras, una Iglesia sin puertas”, el primer domingo de Adviento con su consejo de “Velad”, y este precioso belén que nos han preparado Fernando, Carmen, José Luis, Pepe y alguno más?

Pues de la siguiente forma: En el grupo de Liturgia que preparamos las misas, nos hemos dado cuenta de que cuando nos toca velar, hay veces que nos dormimos sin querer; y resulta que cuando vamos a celebrar la navidad, nos encontramos muchas fronteras y puertas cerradas; algunas veces es culpa del mundo en general, o de la iglesia, o del vecino, o del gobierno, o de la publicidad (solemos buscar culpables enseguida), pero la mayoría de las veces somos nosotros mismos los que ponemos esas fronteras o cerramos puertas. Por ejemplo, si miramos el belén: qué bonito, qué luces, qué colores y que adornos tan brillantes, pero… Esos brillantes colores no nos dejan ver lo que hay dentro del portal: tan bonito es lo de fuera, que la mayoría no nos hemos dado cuenta de que las puertas están cerradas y de que no se ve lo importante, que es la Virgen, San José y el Niño Jesús. ¡¡¡Tanto adviento, tanta Navidad, tanta preparación, y nos dormimos a las primeras de cambio!!!

Hoy vamos a proponernos para este Adviento y esta Navidad estar bien despiertos, echar nuestra vista más allá de lo superfluo y de los adornos y a no ponernos obstáculos y fronteras para vivir con plenitud el nacimiento de Jesús, pero dentro de cada uno de nosotros.


Peticiones de perdón.-

1. Jesús, perdónanos porque al pensar en la navidad solo por las vacaciones para no ir a trabajar o al colegio, estoy cerrando puertas y poniendo fronteras para que no salga tu amor desde mi corazón a los demás. Señor, ten piedad. (apagar las bombillas del belén)

2. Jesús, perdónanos por fijarnos solo en lo que no es importante de la navidad: lotería, comidas, regalos, adornos, y olvidarnos de lo que sí que es importante: tu venida para darnos amor. Cristo, ten piedad. (retirar las bombillas del belén)

3. Jesús, perdónanos por malgastar tanto dinero en Navidad en cosas que no necesitamos, sabiendo que hay gente que no puede cubrir ni siquiera sus necesidades básicas como la comida, la vivienda o la educación. Señor, ten piedad. (retirar los espumillones del belén)


Monición para la primera lectura.-

El profeta Isaías nos cuenta de una manera larga y difícil en la primera lectura que tenemos que dejarnos moldear por el amor de Dios, y a pesar de que seamos pecadores, el no deja de practicar la justicia por nosotros.

Monición para la segunda lectura.-

Cuando San Pablo escribe a los Corintios, siempre les trata de una forma dulce y cariñosa. Aquí nos persuade a que sigamos a Jesús en su comunión con los hombres.

Monición para el Evangelio.-

San Marcos en su Evangelio nos da la clave para este primer domingo de Adviento: Velad.


Peticiones.-

1. Para que la Iglesia sea como una trompeta que nos despierte todas las mañanas, y que podamos esperar la venida del amor hecho hombre, roguemos al Señor.

2. Por los que tiene la fe dormida por los adornos brillantes y vacíos de la vida, para que sepan escoger lo importante de la navidad, roguemos al Señor.

3. Pedimos a Dios por los sacerdotes, catequistas, médicos, maestros y padres, que son las personas que nos enseñan a estar vigilantes, roguemos al Señor.

4. Para que en nuestro día a día sepamos ser más humanos y no máquinas insensibles a todo menos a la diversión y al dinero, roguemos al Señor.

5. Por toda la familia franciscana, que hoy celebra su día de San Francisco Javier, para que siga vigilante en la fe y sirviendo con humildad a los demás, roguemos al Señor.



Oración final.-

Tenemos que estar vigilantes. ¿Por qué?

Porque necesitamos palabras de aliento de los que están atentos.

Porque el mundo necesita de personas que estén vigilantes y nos avisen de los peligros.

Porque los hombres y las mujeres de este barrio, necesitamos vivir con la cabeza levantada gracias a los que esperan sin dormirse.

Porque esperamos a un dios que nos salve del gran castillo de bienestar que nos hemos montado,

esa frontera con los demás que se tambalea cuando no está El Que Nace cada Navidad.

Esas mentiras que corren, esa ansiedad y corrupción que nos envuelven

y que nos separan de dios y de nuestros hermanos.

Dios sale a nuestro encuentro haciéndose pequeño,

mientras nosotros nos empeñamos en ser cada vez más grandes.

Bienvenido Adviento, bienvenido ese Jesús que se deja abrazar, tocar, besar y amar.

Ese Jesús que entra por cualquier rendija que queda entre las puertas cerradas.

Y que pasa por debajo de las vallas de las fronteras.

¡Cuántas luces iluminando las calles, y los que las han puesto no saben ni por qué ni por quién!

¡Qué ganas tenemos de Niño que nos reúna y que nos haga pensar que el mundo aún tiene solución!

Prepárate. Es dios que llega en persona.



domingo, 5 de noviembre de 2017

SOLO EL AMOR LIBERA

EUCARISTÍA DEL DOMINGO 5 DE NOVIEMBRE 2017

MONICIÓN DE ENTRADA

- Buenos días hermanas y hermanos!

Estamos acostumbrados, quizá demasiado, a que nos digan qué es lo que debemos y no debemos hacer. Vivimos en un mundo lleno de normas y prohibiciones, supuestamente necesarias para vivir en sociedad. Ya desde bien niños aprendemos el significado de estas palabras: “no hagas…”, “no digas…”, “no debes…”.

Tenemos normas de todo tipo: sociales, políticas, económicas… y normas religiosas. Desde mucho antes de que naciera Jesús había montones de normas religiosas.

- Jesús, como podemos comprobar a través del Evangelio, no es un hombre de demasiadas normas ni prohibiciones. Más bien le conocemos como alguien que invita, que convence, que seduce desde la libertad de cada ser humano. Es un hombre que libera, que alivia las cargas. Y sobre todo es alguien coherente con su vida.

En la Palabra de hoy vamos a ver a un Jesús indignado y muy crítico. Un Jesús que recrimina y suelta una buena regañina por la falta de coherencia de todos aquellos que se creían los mejores, los cumplidores de la ley; aquellos que en lugar de ayudar y ser esperanza para el pueblo, les agobian, les cargan todo el peso de una ley que ellos no cumplen y les hunden en la desesperanza.

Que esta Eucaristía sirva para llevarnos a reflexionar sobre nuestra coherencia cristiana. Si es el mensaje de Jesús lo que estamos llevando a la vida, o es otra cosa.


¡PERDÓN SEÑOR!

Por nosotros que decimos y no hacemos.
Que hablamos y no vivimos.
Que pedimos y no damos.
Que nos “gustan tus cosas”,
pero no nos comprometemos.
Que decimos serte fieles y
muchas veces te olvidamos.
Que queremos servirte y
se nos ha olvidado lo que es servir.
Que queremos ser los primeros en todo
y nos olvidamos de los otros.
Hoy, desde lo hondo de mi pequeñez
elevo a Ti mi oración, suplicándote…
¡Perdón, Señor, perdón!

HOMILÍA

Jesús se indigna con la sociedad de su tiempo, especialmente con los fariseos, porque obligaban a la gente a cumplir cientos de leyes y ellos sin embargo, aunque aparentaban, no las cumplían. Porque se creían superiores y mejores que los demás; porque querían tener el poder y les gustaba ser los primeros.

Esta regañina de Jesús podemos trasladarla hasta nuestros días. Hoy, Jesús, nos seguiría diciendo lo mismo. Los que nos llamamos cristianos, muchas veces no somos mejores que los fariseos del tiempo de Jesús.

Hoy os invitamos a esta reflexión:

-Si estoy convencido de que lo que deseo es seguir de cerca los pasos de Jesús, tengo que ser coherente.

-Si estoy seguro de que la paz es el único camino para construir un mundo mejor, ¿por qué sigue habiendo odio y violencia en mis palabras y sentimientos en tantas ocasiones? ¿Por qué sigo criticando injustamente a los que no piensan como yo?

-Si creo que la verdad me ayudará a ser más libre, ¿por qué sigo engañando a los demás y a mí mismo? ¿por qué busco justificaciones de algunos de mis comportamientos? ¿por qué me cuesta tanto ser sincero?

-Si estoy de acuerdo en que hay que jugar con todos y aceptar a todos como son; si estoy de acuerdo en que hay que compartir, en que todos somos iguales…¿por qué me enfado cada vez que otros ganan en el juego? ¿por qué pido tantos juguetes a los Reyes cuando sé que hay niños que no tienen nada? ¿por qué me peleo tanto con mi hermano?

- Si estoy convencido de que la educación, el trabajo, la vivienda, la sanidad, son un derecho de todas las personas, y por tanto es importante que todos puedan acceder a ellos, ¿por qué no estoy atento siempre en la clase? ¿por qué prefiero estar con el móvil a estar estudiando? ¿por qué a veces no valoro mi trabajo? ¿por qué tenemos tanto miedo a acoger en nuestra casa a los que carecen de ella? ¿por qué a veces no cuidamos ni valoramos nuestra salud? ¿y por qué otras veces derrochamos tantos medicamentos?

- Si creo que la Tierra es un regalo valiosísimo que hay que cuidar y proteger, ¿por qué derrocho tanta agua? ¿por qué genero tantos desperdicios? ¿por qué colaboro en su contaminación?

- Si estoy convencido de que la justicia, la solidaridad y la generosidad son necesarias para que la riqueza esté repartida de forma igualitaria entre todos, ¿por qué solamente doy de lo que me sobra? ¿por qué primero lleno mi estómago y aseguro mi comodidad antes que atender a las necesidades de los demás?

- Si creo que en las palabras de Jesús sobre el perdón y la misericordia, ¿por qué me cuesta tanto perdonar y pedir perdón?

- Si como Jesús creo en el importancia de la oración y la relación con Dios, ¿por qué siempre busco excusas para no hacer oración, por qué me cuesta tanto hacer silencio y escuchar en mi corazón la voz de Dios?

- Si creo que Dios es mi único Padre-Madre, ¿por qué busco otros “dioses” en quien confiar (dinero, seguridad, poder…)?

- Si creo que Jesús es mi único maestro, ¿por qué me creo mejor que otros?, ¿por qué me creo poseedor de la verdad? ¿por qué no veo en todas las personas a mis hermanos?

Todas estas cosas, y puede que muchas más, decimos pero no hacemos. ¿Cómo vamos a ser ejemplo de Jesús y del Evangelio? ¿Cómo vamos a llevar a aquellos que lo necesitan la esperanza de un mundo mejor si nosotros no somos los principales portadores de esa esperanza? ¿Cómo va a cambiar el mundo si no cambiamos primero nosotros?

Ojalá que esta reflexión nos haya servido a todos para intentar ser más coherentes en nuestra vida. Solo desde el servicio y desde el amor podremos convencer de que otro mundo mejor es posible.

domingo, 29 de octubre de 2017

AMA AL SEÑOR CON TODO TU CORAZÓN. ENVÍO DE CATEQUISTAS.

Eucaristía del Domingo 29 de Octubre

ENVÍO DE CATEQUISTAS

 

MONICIÓN DE ENTRADA 

Buenos días, Venimos a celebrar con gozo que Jesús está en medio de nosotros, nos reúne, nos ofrece su Palabra y su Cuerpo y Sangre para que nos ayude a vivir como buenos cristianos y ser sus testigos. Hoy es un día especial para nosotros en la Parroquia, queremos acompañar a nuestros catequistas y reconocer y agradecer su ayuda, su dedicación, su deseo de dar a conocer la Buena Noticia que nos trajo Jesús. El Papa Francisco nos dice que abramos nuestro corazón y creamos en el evangelio de verdad. Todos tenemos que hacer sitio en nuestro corazón, para que Jesús con la fuerza de su Espíritu empape nuestros corazones y seanos testigos suyos, tenemos que ir a sembrar esperanza.

PETICIONES DE PERDÓN


Tenemos familia, amigos… Pedimos perdón porque somos egoístas y no agradecemos todo lo que hacen por nosotros SEÑOR TEN PIEDAD

Hay en el mundo muchos niños que les falta lo necesario para vivir. Pedimos perdón por ser egoístas y no pensar en los demás CRISTO TEN PIEDAD

Queremos conocer a Jesús, aprender de el. Perdón porque en la catequesis no estamos atentos a lo que nos dicen SEÑOR TEN PIEDAD



MONICIÓN A LAS LECTURAS


En la lectura del Exodo, se dice que en nombre de la Alianza se pide al pueblo de Dios que haga por los pobre lo mismo que Dios a hecho por su pueblo: Mostrar amor para con los extraños, huérfanos y viudas .

En ia segunda lectura Pablo nos dice: La fe es contagiosa, la fe de los cristianos de Tesalónica es modelo para todos los que creen y les anima a comunicarla a otras comunidades .

En el evangelio Jesús da respuesta a la pregunta que le hacen de cual es el mandamiento principal de la ley a la cual Jesús responde : lo principal y esencial es “ amar al Señor tu Dios con todo tu corazón con toda tu alma y con todo tu ser.

Jesús añade un segundo mandamiento, no es posible amar a Dios y vivir de espaldas a sus hijos e hijas.
 


PETICIONES
 
Te pedimos por el Papa, para que siga siendo impulso en la Iglesia de apertura y de comunicar la Buena Noticia que Jesús nos trajo de amarnos todos sin excluir a nadie. SE NUESTRA LUZ SEÑOR

Por los más necesitados de la Sociedad para que sientan el consuelo y cariño de Dios por medio de las personas SE NUESTRA LUZ SEÑOR

Pedimos por nuestros catequistas, para que sigan con la ilusión de darnos a conocer a Jesús y su estilo de vida. SE NUESTRA LUZ SEÑO

Hoy muchos países en guerra, para que los representantes de las naciones , busquen la mejor manera de hacer la paz. SE NUESTRA LUZ SEÑOR

Por los niños y todos los que deseamos seguir a Jesús para que vivamos el mandamiento de amar a Dios y amarnos unos a otros. SE NUESTRA LUZ SEÑOR

Hoy se hace la venta del libro solidario; para que el Señor toque nuestros corazones y colaboremos en la ayuda a ABOBO, SE NUESTRA LUZ SEÑOR

Por todos nosotros, por nuestro barrio, que vivamos unidos y teniendo como recuerdo el deseo de Dios Padre . SE NUESTRA LUZ SEÑOR


 

OFRENDAS

Te ofrecemos estas flores, que sepamos dar color a la vida

Esta cestita con luces simboliza la luz que recibimos de Jesús y le pedimos seamos transmisores de esa luz

Al presentar el pan y vino traemos la necesidad que tenemos de conocer y comunicar al mundo que Jesús es nuestra fuerza y nos dice que amemos a Dios con todo corazón, con todo nuestro ser y con toda nuestra alma








 



ORACIÓN FINAL

   
JESÚS ES SEÑOR  
LUZ QUE NOS ILUMINA  
ORIENTA NUESTRO CAMINO 
 RESPLANDOR EN LA SOMBRA  
ANTORCHA DE LIBERTAD  
META DE NUESTRO CAMINO  
ALEGRÍA Y SOSIEGO  
JESÚS ES SEÑOR EL QUE VIVE 
Y EL QUE HACE VIVIR  
EL QUE NOS AMA Y CONSUELA  
VIENTO DE PAZ  
EL NUESTRA SALVACIÓN  
EL ES NUESTRA ESPERANZA 
 EL NUESTRA FUERZA E IMPULSO  
TU ERES MI SEÑOR  
MI LUZ Y MI BRÚJULA

domingo, 22 de octubre de 2017

DOMINGO MUNDIAL DE LAS MISIONES

Misa del 22-10-17. Domingo del Domund.

Monición de entrada.-


Dicen en Zaragoza que hasta que no se pasa el Pilar no se cogen las cosas en serio. En la escuela, maestros y alumnos solo empiezan a coger el ritmo después de las fiestas. Las actividades de las asociaciones y centros cívicos se dieron un respiro desde antes del verano hasta ahora. En la parroquia también pasa, y los grupos, venir a misa, catequesis, asambleas… todo se deja “pa después del Pilar”.

Claro, es normal. Es que tenemos excusa para todos los gustos: el buen tiempo, las vacaciones, el pueblo, la playita, estamos organizando otras cosas, no estamos todos, total para un par de semanas…

Bueno, pues ya no hay excusas. Ya se pasó el Pilar, y empezamos en serio. Y para ponernos a tono, hoy celebramos el día del Domund. Qué mejor manera de recordarnos que para mucha gente en otros países no hay vacaciones, que no se pueden permitir el lujo de perder el poco ritmo que cogen, porque significa no comer. Y también nos recuerda a muchas personas, que llamamos misioneros, que se lo han tomado muy en serio, y que deciden darlo todo desde el primer momento, y que hoy nos piden nuestra ayuda.



Puede ser con nuestra oración, muy importante, con nuestro compromiso social a nuestro alrededor, con nuestro respaldo sin fisuras a su labor, y también muy importante, por supuesto, con nuestro tiempo y nuestro dinero.

Lo dicho: No hay excusas.


Peticiones de perdón.-

1. Hoy dejamos ante tu mesa, señor, las excusas tontas que ponemos, y hasta nos creemos, para olvidarnos de nuestras obligaciones con los demás. Perdónanos, Señor, y ten piedad.

2. También queremos arrepentirnos de ir a medio gas en muchas cosas que nos comprometen y que deberíamos ir a tope. Perdónanos, Cristo, y ten piedad.

3. Porque no queremos ver más allá de nuestras cuatro paredes, porque cerramos los ojos a las necesidades de nuestros hermanos menos favorecidos. Perdónanos, Señor, y ten piedad.



Moniciones a las lecturas.-


En la primera lectura de Isaías, nos recuerda que toda misión proviene de un Solo Señor, y el misionero es elegido por Dios para propagar esa misión.

En la segunda lectura habla San Pablo a varios de sus amigos misioneros tesalonicenses orando por ellos y animándoles a seguir en sus actividades y redoblar sus esfuerzos.

La parábola del Evangelio de San Mateo, “dar al César lo que es del César…” nos quiere decir que hay que repartir mejor el mundo, que no podemos quedarnos parados ante las carestías de nuestros hermanos.

 

VIDEO DOMUND 2017: SÉ VALIENTE, LA MISIÓN TE ESPERA

 

Peticiones.-

1. Por los dirigentes mundiales, políticos y económicos, principales responsables de la desigualdad en el mundo, y que son también los que tienen en sus manos la mayor responsabilidad de arreglarlo, para que se rijan por modelos justos y no por su propio provecho, Escúchanos, Señor.

2. Por la Iglesia, desde Roma hasta la más pequeña de las parroquias, para que contemple las Misiones como una manera de disminuir las aflicciones de la gente y de acercarles más al consuelo de Cristo, Óyenos, Señor.

3. Por los misioneros conocidos por nuestra parroquia, especialmente por María y Miguel Taboada, para que encuentren en nosotros el soporte de nuestra oración, nuestro apoyo moral, y nuestra aportación económica, Atiéndenos, Señor.

4. Para que la actual situación política, social y económica en Cataluña llegue a caminos de entendimiento entre las personas, sin extremismos y sin intereses privados, sino públicos, Tennos en cuenta, Señor.

5. Por todos los habitantes de este barrio, para que la concordia y buenas relaciones entre vecinos sea la norma de nuestra vida en común, Míranos, Señor. 

domingo, 4 de junio de 2017

QUÉ ES PENTECOSTÉS (¿O PICATOSTES?)

EUCARISTÍA DEL 4 DE JUNIO DE 2017. DOMINGO DE PENTECOSTÉS.-

 

Monición de entrada.-


Hoy es el día de Pentecostés. ¿¿¿Y??? A algunos les puede sonar como si dijera que hoy tenemos para comer picatostes… Pentecostés es el día en que, estando los discípulos encerrados por miedo a los judíos después de la pasión y muerte de Cristo, Jesús viene a darles el Espíritu Santo y a animarles a transmitir su palabra.



¿Qué puede significar para un cristiano celebrar el día de Pentecostés? Pues voy a decir unas cuantas cosas.

- Pentecostés es abrir las ventanas de nuestra vida al mundo, para salir de nuestro ensimismamiento y para dejar entrar al prójimo en nuestro día a día.

- Pentecostés es levantarte esta mañana y alegrarte por ver un nuevo día, por ver una lluvia que limpia el ambiente, por disfrutar del fresco de la primavera, por ver a tus familiares y vecinos con energías nuevas.

- Pentecostés es admirar la perfección de la sonrisa en un niño, es dar gracias por estar vivo, por ver, oír, respirar, es tener ganas de gritar de alegría, es ….la leche!!!!

Esto es lo que queremos celebrar este día. Jesús Resucitado viene a darnos fuerza y ganas de vivir a través de su espíritu, que después de más de dos mil años sigue aquí con nosotros. Hagámosle hueco en nuestras vidas para que nos empape, y que él nos guíe para que lo transmitamos a los de nuestro alrededor. 



Peticiones de perdón.-


- Por las veces que el Espíritu de Dios encuentra cerrado a cal y canto nuestro corazón endurecido, Señor, ten piedad.

- Por nuestras divisiones internas que hacen que la fuerza de tu espíritu sea inoperante en nosotros, Cristo, ten piedad.

- Por las veces que nos desanimamos y producimos desmoralización en los demás, Señor, ten piedad.



Moniciones a las lecturas.-


Las lecturas de hoy, de los Hechos de los Apóstoles, de San Pablo y de San Juan reflejan la clásica visión de los apóstoles encerrados, pero lo más importante es lo que decía la multitud: da igual que seamos niño o anciano, hombre o mujer, guapo o feo, listo o tonto… ¡Todos podemos escuchar las maravillas de Dios en nuestra propia lengua! Da igual que seamos uña del pie izquierdo que oreja derecha en el cuerpo, ¡Todos somos igual de importantes! Todos recibimos el mismo Espíritu Santo, que proviene del mismo Dios.


Peticiones.-


1.- Para que el Espíritu de Dios esté presente en el Papa, obispos, sacerdotes, catequistas y misioneros, que son los transmisores de ese espíritu que nos da la vida. Roguemos al Señor.

2.- Para que el Espíritu de Dios nos haga ver a todas las personas iguales en derechos y las tratemos como tales, Roguemos al Señor.

3.- Para que los científicos persigan los avances de la humanidad no solo en el aspecto económico, sino en la dirección de resolver los problemas de todas las personas en igualdad, Roguemos al Señor.

4.- Para que todos los que tienen cargos de decisión decidan por el bien común y no por el beneficio propio, Roguemos al Señor.

domingo, 26 de marzo de 2017

JESÚS, DANOS TU LUZ


DOMINGO, 26 DE MARZO DE 2017. 4º DOMINGO DE CUARESMA.




Entrada.


Hoy empezamos la misa sin luz. Las personas que vivimos en este siglo XXI tenemos poca sensación de oscuridad. Estamos rodeados de luces por todos los sitios, y es muy difícil que experimentemos la sensación de oscuridad absoluta: Las calles tienen farolas; los escaparates luces de colores llamándonos al consumo; las casas pilotos y relojitos luminiscentes por si no levantamos por la noche para no tropezar; las empresas y los centros públicos tienen luminarias de seguridad por si se corta la corriente; clínicas oftalmológicas, cirugía láser, gafas, lentillas, colirios, ópticas, todo para ver mejor; hasta mamá móvil tiene linterna para cualquier emergencia…


Si un día se va la luz, estamos perdidos: no se puede hacer comida, no se puede ver la tele, no tenemos calefacción ni aire acondicionado, ni teléfono, ni internet, la circulación es un caos porque no funcionan los semáforos, las empresas se colapsan…

Algunas veces hacen en los colegios pruebas para que la gente se siente en silla de ruedas, e intentemos comprender las dificultades de poderse mover para aquellas personas con minusvalía, y aunque lo llegamos a entender, casi nos lo pasamos bien paseándonos un ratito en silla de ruedas. ¡Pero sólo un ratito, eh!

Pero si en alguna ocasión nos plantean hacer una prueba de no ver, la sensación no es de sonrisa, sino de verdadero pánico. Nos encontramos totalmente vencidos, nos da miedo hasta movernos del sitio, nos corta la respiración. Vamos a intentar hacer una prueba…

Dios viene esta Cuaresma a quitarnos todo aquello que no nos deja ver, a curarnos de nuestra ceguera de amor, a darnos luz para entender el mundo (encendemos la luz y las velas del altar).

Dios viene esta cuaresma a enseñarnos a ver la huella de Jesús en cada uno de nuestros hermanos y en cada uno de nosotros mismos (se quita el cartel).



Peticiones de perdón.


1. Porque no nos esforzamos en ver el cielo entre tanta contaminación lumínica, en ver a un árbol en medio del bosque, en ver a las personas en medio de la multitud, Señor, ten piedad.

2. Porque enseguida nos ponemos gafas de sol y antifaces para que no nos afecte la luz, es decir, nos tapamos los ojos para no ver las injusticias y no tener que implicarnos, Cristo, ten piedad.

3.- Porque no somos capaces de ver y entender los problemas de los demás, y solo nos importan nuestros propios problemas, Señor, ten piedad.



Monición para las lecturas.


La primera lectura de hoy, del libro de Samuel, nos quiere enseñar que no hay que intentar ver sólo con los ojos de la cara, sino sobre todo con los ojos del corazón, para entender los designios de Dios

En la carta de san Pablo a los Efesios, nos anima a buscar la justicia y la verdad en la luz, en no hacer las cosas a oscuras, sino a la vista de todos.

El evangelio de San Juan nos narra la curación de un ciego, que le permite ver otra luz todavía más importante: la de la fe en dios.



CUENTO.


Dos personas estaban en una habitación del hospital. A uno le habían operado en la cabeza y tenía los ojos vendados. El otro era un enfermo terminal. El de los ojos vendados, le preguntó al otro:

Oye, ¿qué se ve al otro lado de la ventana?

Pues no te lo puedes imaginar: unos jardines, una pareja que se está paseando de la mano, unos niños jugando en el parque, una fuente en la que viene pájaros a beber…

Fueron pasando los días, y cuando se quedaban solos, el de los ojos vendados enseguida le preguntaba al otro sobre todo lo que se veía por la ventana, y él le seguía contando: un señor paseando y jugando con su perro, un monte nevado al fondo, una tienda donde venden flores, una banda de música ensayando…

La persona de los ojos vendados estaba entusiasmada no solo por lo que le hacía ver el otro, sino por cómo se lo explicaba, que le hacía ver las cosas como nunca las había visto con sus propios ojos.

El día que le iban a quitar la venda, se despertó muy alegre y llamó a su compañero, pero no respondía. Al llegar la enfermera, le comentó con pesar:

Se lo llevaron anoche muy malito, y me acaban de comunicar que ha fallecido.

La tristeza se adueñó de él, pero al momento subió el médico a quitarle la venda. Cuando se la quitaron y se adecuó su vista a la luz, enseguida dijo:

Llevarme a la ventana, que quiero ver todas las cosas maravillosas que me contaba mi compañero.

La enfermera, le contestó: mira, en esta habitación no hay ninguna ventana. Tu compañero era ciego, y todo lo que te contaba existía… pero en su corazón. Lo ha hecho para que fueras feliz y se te hiciera más corta tu recuperación. Él ha querido ser tus ojos durante tu ceguera.



Peticiones.


1. Por todos aquellos que tienen problemas de visión: ciegos, glaucomas, cataratas, desprendimientos de retina, máculas…, para que dios les refuerce su riqueza interior en compensación con su problema, Danos tu luz, señor.

2. Por los optimistas que se alegran todos los días porque cada mañana sale el sol, para que sepan transmitir a los de su alrededor la alegría necesaria para hacer el bien, Danos tu luz, señor.

3. Para que seamos agradecidos con la vida que tenemos, para que sepamos ver todas las cosas bonitas que nos suceden a cada instante, desde el mero hecho de vivir hasta el juanete del pie izquierdo: todo tiene su parte positiva. Danos tu luz, señor.

4. Para que no nos dejemos engañar por las apariencias, y sepamos ver el interior de las personas, Danos tu luz, señor.