domingo, 28 de febrero de 2021

¡DESPIERTA, VALDEFIERRO!

SEGUNDO DOMINGO DE CUARESMA. 28-2-21. PARROQUIA DE Nª Sª DE LOURDES. VALDEFIERRO (ZARAGOZA)

Monición de entrada.

Seguimos avanzando en esta cuaresma y llegamos ya al segundo domingo. Con nuestro lema DESPIERTA y nuestro símbolo, el árbol, al que la semana pasada alimentamos con tierra. Hoy nos toca alimentarlo, y alimentarnos, con aire.

Aquí en Aragón sabemos mucho de cierzos, bochornos y zagüeños, y de cuándo hay que tender la ropa para que se seque bien. Pero somos tan cabezudicos si viene Dios y nos dice, como a Abraham, que sacrifiquemos a nuestro hijo único, le damos un aire a Dios, y le decimos: “Hasta luego, Lucas, que nosotros sabemos más de la vida que tu allá arriba”.

Si fuéramos como ese árbol, bien arraigado en la tierra sembrada por Dios desde la semana pasada, no nos pondríamos tan chulicos delante de Él, y sabríamos lo importante que es el aire para las plantas, es decir, el espíritu de Dios para las personas. Pero estamos un poco dormidos y no nos enteramos.

Los almogávares, famosos guerreros de la Corona de Aragón en los siglos XII y XIII, cuando entraban en combate iban gritando a su espada: “Desperta, Ferro”. Si Jesús fuera mañico, en vez de subir al monte Tabor, a lo mejor subiría hoy al Moncayo y el cierzo nos traería su grito, muy parecido al de los almogávares:

DESPERTA, VAL-DE-FERRO.


Peticiones de perdón.

- Por las veces que nos creemos dioses y vamos de prepotentes por la vida, Señor, ten piedad de Nosotros.

- Por las veces que nos fijamos más en lo superficial que en lo importante, Cristo, ten piedad de Nosotros.

- Porque estamos amodorrados y aletargados en nuestra vida cristiana, Señor, ten piedad de Nosotros.

 

Moniciones a las lecturas.

En las lecturas de hoy tenemos a un Dios que grita para que nos despertemos de una vez.

A Abraham le tiene que gritar para hacerle entender que no quiere la muerte de Isaac, sino su fe hasta el extremo.

San Pablo grita a los Romanos para que se den cuenta de que Dios siempre perdona.

Y en el Evangelio, la voz de la nube nos grita que Jesús es el Hijo de Dios bienamado.

Los gritos se dan a los que estamos dormidos. Hoy las tres lecturas nos dicen:


DESPERTAD

 

Peticiones.

- Pido que me des confianza para creer que Dios está cerca en todos los momentos duros de mi vida. Vela por nosotros, Señor.

- Pido que me des constancia para obrar según tu Palabra. Vela por nosotros, Señor.

- Pido que abras mis manos y mi corazón para recibirte, y así poder recibir con ellos a mis hermanos. Vela por nosotros, Señor.

- Pido para todos los amigos que hoy nos juntamos aquí que seamos solidarios y cooperadores con aquellos que carecen de lo indispensable. Vela por nosotros, Señor.

- Pido que mis amigos que se juntan aquí hoy conmigo me den un meneo cada vez que me duerma y me olvide de Ti. Vela por nosotros, Señor.

domingo, 21 de febrero de 2021

¡DESPERTAD! COMENZAMOS EL ADVIENTO

EUCARISTÍA DEL PRIMER DOMINGO DE CUARESMA. 21 FEBRERO

MONICIÓN DE ENTRADA

El pasado miércoles comenzamos el tiempo de Cuaresma. El papa Francisco nos lo muestra como un tiempo para despertar y redescubrir la ruta de nuestra vida; un tiempo para liberarnos de lo superfluo y regresar a lo esencial; un tiempo para unirnos de nuevo con Dios, con los hermanos y con nosotros mismos.
“¡DESPIERTA!” es el lema conductor que hemos elegido para ayudarnos a vivir mejor esta Cuaresma, según el Espíritu de Jesús y del Evangelio.
Este signo, un árbol en apariencia seco, quiere hacernos conscientes de cómo es nuestra realidad muchas veces. En este mundo tan lleno de ruidos, en esta “montaña rusa” de acontecimientos podemos llegar a descubrirnos vacíos, secos y sin sentido. Como un árbol sin hojas, adormecido, que incluso parece “muerto”. Un árbol que necesita despertar para poder ser portador de vida.
¡Despierta! Y comienza a preparar el árbol de la vida. El Espíritu, que empujó a Jesús al desierto, nos va a llevar a nuestro propio desierto donde hemos de encontrarnos con nosotros mismos para despojarnos del “hombre viejo” que llevamos dentro y renovarnos.
Las tentaciones van a ser muchas, como le ocurrió a Jesús: la comodidad, el deseo de poder, el orgullo, la pereza, la desesperanza, la envidia… Pero no estamos solos, Dios nos acompaña. En el silencio del desierto, en medio de las tentaciones, es ahí donde podemos escuchar a Dios.
La oración será pues uno de nuestros grandes aliados. Será como la tierra buena y acolchada que necesitan nuestras raíces; una tierra limpia de obstáculos y rica en nutrientes. Una tierra firme que nos proporcione el apoyo físico necesario para resistir tormentas, inundaciones y vendavales.
(colocamos la tierra en el árbol)
Pero el tiempo de desierto no tiene que ser un tiempo de tristeza. Más bien debe ser un tiempo de oportunidades para contagiarnos de la alegría y la esperanza de la Buena Noticia que nos promete Jesús: “Alegraos, porque el Reino de Dios está cerca”. Jesús nos invita a contagiarnos de la Buena Noticia y de esta manera poder contagiar de Evangelio a un mundo que tanto lo necesita.
Hoy, Manos Unidas nos invita a contagiar solidaridad para acabar con el hambre; porque la mayor pandemia que sufre el planeta es la pobreza. Es importante que despertemos los cinco sentidos y el corazón a todas las necesidades de nuestro mundo y no solamente a aquellas que sentimos más cercanas.
Vamos a tener presente en la Eucaristía de hoy esta realidad, mucho más virulenta que el Covid y vivamos esta Cuaresma como un tiempo de renovación. 

PERDÓN 

Señor, muchas veces nos dejamos llevar por las tentaciones
porque es más fácil justificarnos que afrontar las dificultades,
porque la comodidad nos gana la partida,
porque el miedo nos paraliza y nos impide reaccionar,
porque el orgullo nos tapa los ojos de la misericordia y el perdón,
porque el egoísmo nos pesa como una losa,
porque no somos capaces de ver
que en cualquier parte del desierto hay un pozo. 

Tú nos enseñas que
las tentaciones no se evitan,
se atraviesan y se superan.
Nos ofrecen una oportunidad para madurar,
para ser más realistas, más compasivos,
más comprensivos, más solidarios.
Son una buena ocasión para volver al Evangelio,
nos dan la opción de elegir, de crecer
y de ser más libres.

Y es ahí, en nuestra debilidad
donde tú, Jesús, nos haces más fuertes.

HOMILÍA 

“Contagia solidaridad para acabar con el hambre”. Como nos recuerda el papa Francisco en Fratelli Tutti, el bien común solo lo construiremos al sentir al otro tan importante como a nosotros mismos. Construir la fraternidad universal, proyecto de Dios para el mundo, exige que vivamos la justicia y la solidaridad. Con frecuencia solemos caer en la tentación de acostumbrarnos a vivir como si el sueño de Dios fuera solo para unos pocos privilegiados como nosotros. 



PETICIONES

1.- Por la Iglesia, para que acoja, cuide y se ocupe especialmente de los que no cuentan en la sociedad del bienestar. Oremos.

2. Por los gobernantes, para que procuren el bienestar de todos los ciudadanos y trabajen para que todas las personas puedan cubrir las necesidades básicas en condiciones de igualdad. Oremos.

3.- Para que Dios multiplique los frutos del trabajo de Manos Unidas, sensibilizando a los hermanos para un mundo más solidario y fraterno. Oremos.

4.-Por los que han perdido la esperanza, la ilusión, los que se encuentran solos, los que viven momentos de tristeza…, para que “despierten” a la esperanza de la Buena Noticia de Jesús. Oremos.

5.- Por todos nosotros, para que, conscientes de nuestras limitaciones, crezcamos en la solidaridad, en el uso responsable de los bienes y en el cuidado de nuestra Tierra. Oremos.


 

domingo, 14 de febrero de 2021

"LA IMPORTANCIA DE LAS COSAS PEQUEÑAS": NUEVO NÚMERO DE LA REVISTA "EL PORCHE"

Teneis ya disponible el nuevo número de la revista "El Porche" con el título "La importancia de las cosas pequeñas". Podeis descargarlo completo en 
https://drive.google.com/file/d/1qbKaxS8qrJaaZ2MwCD0uaxRoXjuS1PHZ

Para ir abriendo boca os dejamos aquí el editorial:


EDITORIAL

En la vida hay muchos días rutinarios y pocos extraordinarios. Y ni siquiera estos, los extraordinarios, podemos decir que sean exclusivos nuestros, algo que nos distinga de los demás. De hecho, todas las vidas incluyen nacimientos y muertes, grandes alegrías y también grandes tristezas, éxitos y fracasos, salud y enfermedad,...

Por eso el valor de nuestra vida no se mide por las cosas grandes que contiene (pues estas son pocas y corrientes), sino por las cosas pequeñas que la van entretejiendo. Las cosas pequeñas son como las hebras que forman un tapiz, que se cruzan y entrecruzan una y otra vez, dando como resultado una bella imagen en el anverso y un laberinto indescifrable de hebras y nudos en el reverso.

A diferencia de lo que pasa con los tapices, lo que habitualmente vemos de nuestra vida es la maraña monótona, gris y a veces hasta incomprensible de todas esas cosas pequeñas que la entretejen. Solo con el tiempo llegamos a atisbar, aunque solo sea en algunos momentos especiales, el diseño que con todo ello vamos dibujando.

Todos estamos llamados a hacer de nuestra vida una obra de arte, a tejer en el telar del amor incondicional un hermoso tapiz hecho de cosas pequeñas entretejidas día a día con nuestro esfuerzo y entrega.

Muchos de quienes nos han precedido nos han dado ejemplo de este buen hacer. En el presente número de El Porche destaca la figura del sacerdote José Antonio Usán, casi desconocido para quienes llevan menos tiempo en Valdefierro, pero referente entrañable para muchos de los más mayores. Que su ejemplo de disponibilidad y servicio nos anime a todos a vivir como él el enorme valor de las cosas pequeñas.

J. Pedro Tosaus