EUCARISTÍA DEL DÍA 19/5/2013
PENTECOSTÉS
MONICIÓN DE ENTRADA
Buenos días,
hermanas y hermanos. Todos somos bienvenidos a esta Eucaristía en la
que vamos a celebrar la fiesta de Pentecostés. No se trata de una
paloma que coloca una llama encima de nuestras cabezas. Se trata de
un don, un regalo que Dios nos hace por medio de Jesús. Y gracias a
este regalo podemos participar de su vida y continuar su misión en
el mundo, para que todos tengan vida. Acojamos al Espíritu que nos
envía Jesús y dejémonos transformar y guiar por Él.
PERDÓN
Reconocemos
nuestras limitaciones y pedimos a Dios que nos envíe su Espíritu.
Envía,
Señor, tu Espíritu para despertar de nuestros sueños.
Envía,
Señor, tu Espíritu para romper nuestras ataduras.
Envía,
Señor, tu Espíritu para superar nuestros miedos.
Envía,
Señor, tu Espíritu para vencer nuestros cansancios.
Envía,
Señor, tu Espíritu para lavar lo que está sucio.
Envía,
Señor, tu Espíritu para calentar lo que está frío.
Envía,
Señor, tu Espíritu para enderezar lo que se desvía.
Envía,
Señor, tu Espíritu para regar lo que está seco.
Envía,
Señor, tu Espíritu Santo y llénanos de vida.
MONICIÓN A LAS LECTURAS
La Palabra
de hoy es quizá una de las más esperanzadoras. Es la que da sentido
a nuestro ser cristiano, la que nos anima a vivir en fraternidad y
nos encomienda la tarea de llevar la paz y la reconciliación al
mundo. El Espíritu de Jesús nos une por encima de todas nuestras
diferencias y nos hace partícipes de la misma vida de Jesús, cada
uno según nuestros dones y carismas. Dejémonos llenar por el regalo
del Espíritu.
HOMILÍA
Eran las
fiestas mayores en la ciudad. Todos habían preparado con ilusión el
momento más importante, la cena de Pascua. Y allí, estando Jesús
reunido con sus amigos fue cuando les dijo cuánto les quería.
Tanto, tanto... que les prometió que siempre iba a estar con ellos a
su lado. Esos amigos, en el día de hoy serían: Alicia, Pablo, Ana,
José Luis, Pedro, Antonia, Luis, Marta, Miguel, Pilar...cada uno
ponemos nuestro nombre.
Todos se
sentían felices y queridos. Pero, llegaron tiempos muy difíciles
para todos: revueltas, traiciones, persecuciones, muerte, ...todo se
venía abajo. No es muy diferente de nuestro tiempo: egoísmo,
crisis, hambre, peleas, falta de trabajo,...
Cuando
parecía que nada tenía sentido, algunas pequeñas luces asomaron
por el horizonte, signos de resurrección que indicaban que no todo
estaba perdido: un pan compartido con unos peces, una conversación
con alguien especial al caer la tarde, las puertas de una casa para
acoger a alguien que no tiene donde pasar la noche, un abrazo de paz
y reconciliación... Algo parecido sigue ocurriendo ahora:
solidaridad con los que se han quedado sin trabajo y sin hogar,
indignación por la situación injusta que se vive en el mundo,
preocupación por los que sufren y por los que son maltratados,
especialmente las mujeres, los niños y los ancianos...
Pero, a
pesar de esas “luces”, los amigos de Jesús seguían teniendo
miedo. Miedo a ser detenidos porque eran perseguidos, miedo a no
saber qué hacer y por dónde empezar, miedo a hablar muy alto,
miedo.... Hoy también tenemos miedo: a perder nuestras seguridades,
a ser criticados, a no ser aceptados, miedo a salir y denunciar,
miedo a que nos hagan daño, miedo...
Entonces,
algo ocurrió: Jesús, el mismo que aquella noche dijo a sus amigos
cuánto les quería,les llamó de nuevo para hacerles un hermoso
regalo: su propio Espíritu, todo aquello que él había recibido de
Dios, todos sus dones. Y los puso a su disposición para que ellos
los utilizaran como él había hecho. Hoy, Jesús nos sigue regalando
su Espíritu, todos sus dones, para que no tengamos miedo, para que
vivamos con esperanza, para que seamos portadores de su paz y sigamos
trabajando como él lo hizo. Hoy es un día muy especial porque el
Amor de Dios se nos da como regalo para que todos tengamos vida.
Nosotros
también podemos hacer un regalo. Todos tenemos dones y podemos
ponerlos a disposición del que tenemos al lado, de quien lo
necesite. No todos somos iguales, gracias a Dios, pero todos podemos
dar algo. Quien tenga mucha paciencia podrá ponerla al servicio de
los que son más impacientes porque eso les contagiará; y lo mismo
ocurrirá con quien tenga capacidad de escucha, con quien tenga el
don del optimismo y la alegría, con los pacíficos, con los que sean
generosos, con los solidarios, con los que no se callan ante las
injusticias... Cada uno puede aportar algo. Vamos a hacer un gesto
con el que tenemos al lado. Vamos a compartir con él lo que creemos
que “podemos dar”. (Un minuto) Es una manera de que todos
participemos.
Video: VEN,
ESPÍRITU... Para que todos tengan vida.
PETICIONES (Todos juntos)
Espíritu
Santo, que llenas de vida nuestros pasos, derrama sobre nosotros los
dones que necesitamos:
Danos
entusiasmo para buscar la verdad allí donde estemos.
Danos
sabiduría para saber entender tus designios.
Danos
fortaleza para superar las adversidades.
Danos
fidelidad para acoger tus enseñanzas de vida
Danos fe
para descubrir tu rostro en los más pobres.
Danos
valentía para apasionarnos por tu causa.
Danos
optimismo para compartirlo con los que sufren.
Danos
libertad para denunciar toda injusticia
Danos
generosidad para desvivirnos por los demás.
Que tú seas
luz para nuestros ojos,
aliento para nuestros pulmones,
aceite para nuestras heridas,
consuelo para nuestras caídas,
premio para nuestros esfuerzos. AMÉN.
aliento para nuestros pulmones,
aceite para nuestras heridas,
consuelo para nuestras caídas,
premio para nuestros esfuerzos. AMÉN.
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