domingo, 3 de marzo de 2013

CUARESMA NO ES SÓLO SACRIFICIOS. NOS EXAMINARÁN DEL AMOR.


DOMINGO 3 DE MARZO DE 2013. 3º DOMINGO DE CUARESMA.


Monición de entrada.


Hola a todos y buenos días:

Seguimos avanzando en nuestro caminar por la cuaresma. Os recuerdo que el domingo pasado hablábamos de que la cuaresma no es solo cumplir con unos rituales más o menos estandarizados a lo largo de los años, sino que debemos “vivirlos”, y no simplemente “hacerlos”.

En este domingo nos vamos a fijar en otra cosa que se suele hacer en cuaresma: sacrificarse por algo. Ya hemos dejado atrás sacrificios de otras épocas o de otros lugares: daños corporales con cilicios o látigos, ayunos hasta llegar a desfigurarse, clavarse en una cruz como Jesús. Por ejemplo, nos podemos proponer volver a hablar con esa persona con la que nos llevamos mal, o arrastrar unas cadenas durante una procesión, o comprometernos a hacer una novena a la Virgen, o asistir a unas convivencias espirituales…

Realizar un sacrificio en cuaresma nació con la sana intención de intentar imitar a Jesús en sus 40 días por el desierto, en los que se dedicó al ayuno, a la oración y a la reflexión. Pero claro, enseguida aparecieron los que querían ser más que el propio Jesucristo, como los políticos de hoy en día, que saben jugar muy bien al “yo más que tu”. Que tú ayunas una comida, pues yo no voy a ser menos, y ayuno 10 días. Que tú te pones de rodillas para mortificarte, pues yo paso por encima del fuego, hala, a ver quién hace el sacrificio más grande y así quedar por encima de los demás.

El ayuno, la oración y la reflexión que realizó Jesús durante la cuaresma no fueron para quedar por encima de los demás, sino para ser el primer servidor. Tenemos que aprender de Él, para que los sacrificios que hagamos nos sirvan para hacernos más humildes, reconocer nuestros vicios e imperfecciones, y pedirle a Dios que nos dé fuerzas para ser cada día más hermano de nuestros hermanos. Como dice ahí detrás, al final nos examinarán sólo del amor que hayamos tenido.

Peticiones de perdón.


- Por las veces que no ponemos ilusión en las cosas y las hacemos por rutina, Señor ten piedad.

- Por las veces que nos creemos más que nadie y queremos estar por encima de los demás, Cristo, ten piedad.

- Por las veces que no nos damos una segunda oportunidad para intentar mejorar las cosas, Señor ten piedad.

Monición a las lecturas.


La primera lectura es del Éxodo, y trata del misterio de la zarza ardiendo y del envío de Moisés. Moisés debe hacerse merecedor de la misión de salvar al pueblo de Israel, y para ello debe entrar en tierra sagrada, quitarse las sandalias de los pies y taparse la cara como acto de sumisión a lo que Dios espera de él.

San Pablo exhorta a los Corintios en la segunda lectura a que no nos confiemos demasiado en nuestra vida. El pueblo de Israel vivió 40 años en el desierto, y Dios cuidó de él dejándole pasar por el mar, dándole agua fresca y maná, poniendo una nube encima de ellos para que no se abrasaran por el sol. Pero los que no se fiaron de él, no llegaron a la tierra prometida.

El evangelio de san Lucas nos dice claramente en qué se queda un sacrificio sin convicción cristiana: en una higuera estéril, que si no da fruto hay que cortarla.

Peticiones.


Por nuestros políticos, para que en su forma de gobernar hagan posible la creación de empleo y fomenten la solidaridad. Roguemos al Señor.

Si hay alguien que, durante muchos siglos, mantiene la llamada a dirigir nuestros pasos hacia Dios, es la Iglesia. Pidamos por los cardenales reunidos en Roma, para que elijan un nuevo pastor que sepa conducir a la Iglesia hacia Dios. Roguemos al Señor.

Por todos nosotros, para que nos guíes cada día en nuestras obras y con tu ayuda actuemos siempre haciendo el bien. Roguemos al Señor.

Por los niños de Valdefierro, para que la ilusión por cambiar el mundo permanezca siempre en ellos y trabajen para ir consiguiéndolo poco a poco, Roguemos al Señor.

Por los que piensan que el mundo está bien y por los que sólo piensan en sí mismos. Para que Dios les descubra que el ideal más alto es que todos juntos debemos llegar a la perfección, Roguemos al Señor.

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