miércoles, 13 de marzo de 2013

CUARESMA NO ES SOLO RITOS. NOS EXAMINARÁN DEL AMOR

Misa 24 febrero 2013 

2º Dom. de Cuaresma. 

Monición de entrada


Buenos días. Ya de lleno, metidos en la cuaresma, vamos a reflexionar hoy sobre los ritos que celebramos.

Los hombres necesitamos rituales para expresar y comunicarnos en nuestros grupos: hay ritos específicos de cada familia, de cada grupo de amigos, de clubes deportivos,.. Nos sirven para poder participar de aquello que nos une. Expresan y hacen presente aquello que permanece de manera oculta entre nosotros, nos unen y nos identifican.

Y en la Iglesia también celebramos nuestra vida cristiana con muchos ritos. En la cuaresma hay ritos específicos: empezamos con el rito de la ceniza y terminamos con el de la procesión y las palmas en la entrada de Jerusalén el domingo de ramos.

Pero para poder apreciar el sentido completo de los ritos hay que realizarlos con conocimiento profundo de lo que se hace y llenarlos de vida. Y tienen que ser entendido y compartido por todos los que lo realizan. Se corre el peligro de que los ritos se queden vacíos, sin sentido, como un mero gesto rutinario, que en parte justifica nuestra vida, pero que nos alejan de la realidad que quieren expresar. El saludo rutinario cuando llegas al trabajo sin siquiera mirar a los compañeros, el beso mecánico, sin sentimiento de saludo a nuestra pareja… 


También en nuestras celebraciones nos puede pasar que nos quedemos en el gesto vacío de los ritos y no apreciemos el valor que tienen ni el significado que esconden. El persignarnos de manera automática, el rezar el Padre Nuestro sin saber lo que repetimos, el dar la mano en la paz a quien tengas a tu lado sin mirarle a los ojos…Puede ser que incluso la parafernalia de los ritos nos gusten tanto que nos satisfagan en sí mismos y nos justifiquen nuestra presencia en la liturgia sin entender la realidad que expresan, como les pasó a los discípulos que acompañaban a Jesús a la montaña: cuando lo vieron resplandecer ,quisieron quedarse y plantar su tienda allí, sin ser conscientes de que aquella visión solo era el anuncio de la vida completa que tienen los que permanecen en el Señor, una invitación a seguir más consecuentemente a Jesús.

No nos quedemos en esta cuaresma en celebrar ritos vacios y tratemos de vivir con profundidad cada momento litúrgico.

Acto penitencial.


En este primer momento de la Eucaristía, pedimos al Señor y a los demás el perdón para que podamos celebrar la fiesta con el corazón limpio. Para eso repetimos una oración que resume aquellas cosas que en nuestro corazón nos pueden alejar del amor de Jesús. Vamos a tratar de vivir este rito del perdón sabiendo de verdad lo que hacemos. Para ello reflexionemos en silencio unos minutos sobre:

Nuestra relación con Dios

¿Trato de poner a Jesús en el centro de mi vida?

¿Tengo confianza en Él tratando de descubrir qué es lo que quiere de mi vida?

¿Me he preocupado de que mi fe no se apague, sino que crezca en el conocimiento de Jesús y de su Palabra?

Nuestra relación con el prójimo

¿He sido para mis hermanos causa de alejamiento de Dios, con mis palabras o acciones?

¿Hablé mal de alguien, criticando o cotilleando? ¿Diciendo la verdad o con mentira?

¿Insulté o falté el respeto a alguien?

¿He compartido mis cosas con los demás?

¿He sido paciente con los demás miembros de mi familia?

¿He actuado con sinceridad y he manifestado siempre la verdad?

¿He sido buen compañero en el trabajo y en el estudio?

Nuestra relación con nosotros mismos

¿Cómo uso mi tiempo y los dones que Dios me dio?

¿He tenido cuidado de mi salud?

¿He sido responsable con mis obligaciones?

¿Trato de mejorar o cambiar las cosas de mi carácter que no son buenas?

Repitamos ahora:

Por todas aquellas veces en que nos hemos dejado llevar de nuestro egoísmo y no hemos buscado el bien de los demás. SEÑOR TEN PIEDAD

Por las veces que no sabemos perdonar a quien nos ofende. CRISTO TEN PIEDAD

Muchas veces nos encerramos en nuestra comodidad, en nuestros ritos y no construimos de manera apasionada el Reino de Dios. SEÑOR TEN PIEDAD

Monición a las lecturas


Las lecturas de hoy nos animan a la Esperanza. En la primera lectura, la promesa hecha a Abraham de tener una descendencia tan numerosa como las estrellas del cielo, por la que Abraham saldrá de su casa, de su comodidad, para buscar a su Dios.

En la Carta de Pablo nos explica que Jesús nos cambiará, nos transformará a todos, puesto que somos ciudadanos del cielo y que por ello sigamos luchando en mantenernos en el Señor.

Y en el Evangelio, Jesús nos manifiesta la gloria que viviremos si le seguimos y le escuchamos, aunque no debemos despistarnos y acampar cómodamente en nuestros pequeños momentos de resplandor que a veces experimentamos con nuestros ritos.

Peticiones


1. Por todos los cristianos, para que vivamos en constante renovación y tengamos los mismos criterios de vida que Jesús y seamos sacramento del amor de Dios ante toda la humanidad. ROGUEMOS AL SEÑOR

2. Por el Papa Benedicto XVI, para que tras la decisión de retirarse encuentre paz, serenidad y alegría y para que el Espíritu ilumine a la Iglesia en esta nueva etapa que se inicia. ROGUEMOS AL SEÑOR

3. Por los que trabajan en la transformación del mundo y ponen su esperanza en un mundo más humano, justo y fraterno, en el que nadie quede excluido. ROGUEMOS AL SEÑOR

4. Por los grupos de la Parroquia, para que con nuestro trabajo sembremos hoy las semillas que mañana puedan dar frutos tan abundantes como las estrellas que Dios prometió a Abrahán. ROGUEMOS AL SEÑOR

5. Por tanta gente que vive en países en los que hay violencia, o falta de alimento o enfermedades evitables, que encuentren en nosotros la ayuda que precisan y en el Señor la fuerza para seguir luchando por la justicia y la paz en los momentos de sufrimiento. ROGUEMOS AL SEÑOR

6. Por todos los niños del mundo, para que tengan la oportunidad de crecer rodeados de amor, disfruten de la infancia jugando y tengan acceso a una educación de calidad. ROGUEMOS AL SEÑOR

7. Por todos nosotros, que sepamos encontrarnos con Jesús y con nuestros hermanos de Valdefierro en la celebración de los ritos que la Iglesia nos propone en esta cuaresma. ROGUEMOS AL SEÑOR

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