lunes, 18 de enero de 2016

PONER NUESTROS TALENTOS AL SERVICIO DE LOS DEMÁS


EUCARISTÍA DEL DOMINGO 17-01-2016

 

Monición de entrada


Cuentan las tradiciones, que se paseaba por el campo San Francisco de Asís con varios de sus discípulos, y al cruzarse con el cadáver de un perro, mientras lo demás se apartaban con evidentes signos de asco, San Francisco se acercó y comentó: ¡mirad qué preciosa dentadura tenía este precioso animalito!


Esta anécdota viene a cuento para un par de cosas. La primera, el reflexionar sobre los animales en el día de San Antón. De cómo deberíamos respetar la naturaleza, de la que somos parte indisoluble, de manera que la desaparición de especies o las graves alteraciones del equilibrio biológico supone una alteración muy importante también de la especie humana. Por la cuenta que nos trae, pues, vamos a respetar la vida natural, aunque sea en plan egoísta. Pero también, en sentido contrario, recapacitar sobre las veces que tratamos mejor a los animales que a las personas.


En segundo lugar, y al hilo de lo que vamos a escuchar en la segunda lectura de hoy, vemos cómo desde lo más abyecto de una situación, un cadáver maloliente, San Francisco sabe sacar aspectos positivos: una dentadura perfecta. Y es que siempre hay cosas positivas hasta en lo más recóndito del dolor o de la miseria. Y lo mismo ocurre con las personas: siempre podemos encontrar en cada prójimo ese talento que apenas se ve, ese don que echábamos en falta, esa cualidad que apenas nos creíamos que pudiera existir en esa persona.


Busquemos bien en el fondo de las personas, y nos encontraremos con muchas sorpresas positivas. 


Moniciones a las lecturas


El profeta Isaías, en la primera lectura de hoy, pone por las nubes las grandes dádivas y atenciones que recibiremos de dios al que cree en él y le sigue.


Esta segunda lectura nos revela uno de los más bonitos textos que escribió San Pablo a los Corintios. El que se sienta un don nadie alguna vez, que lea estos preciosos párrafos y encuentre sus talentos, que todo el mundo tenemos.


El relato de las bodas de Caná del evangelio de hoy es ya todo un clásico. Como ya la mayoría nos lo sabemos de memoria, vamos a escucharlo atentamente a ver si cogemos algún detalle nuevo, y escuchemos después la interpretación que José Luis nos hace de esta lectura.



Peticiones

Responden todos: lo aceptamos.

1- (Niño). Yo, aunque soy pequeño, me gusta estar siempre alegre y alegrar a los demás. Pongo mi talento a disposición de los demás.


2- (Abuelo-a). Yo, aunque soy mayor y tengo muchos achaques, conozco a muchas personas y me gusta poner paz cuando hay disputas entre la gente. Pongo mi talento a disposición de los demás.


3- (Joven). Yo empiezo ahora a entender muchas cosas, pero tengo muchas esperanzas en que el mundo puede cambiar y mejorar si nos lo proponemos con fuerza. Pongo mi talento a disposición de los demás.


4- (Rafa). A mí me encanta tocar la guitarra, y me gusta hacer la misa un poco más agradable a los que venimos los domingos a la iglesia. Pongo mi talento a disposición de los demás.


5- (Madre). Yo soy madre de (…) hijos, y me vuelco en cuidar de ellos. También pongo ese talento a disposición de los demás.


6- (Padre). A mí me encanta hacer deporte y arreglar las cosa del coche y de la casa. Pongo mi talento a disposición de los demás.

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