miércoles, 9 de abril de 2014

CURAR LOS CORAZONES HERIDOS



EUCARISTÍA DEL 6-4-2013. QUINTO DOMINGO DE CUARESMA


MONICIÓN DE ENTRADA


-¡Buenos días, hermanas y hermanos! Hemos llegado al quinto y último domingo de cuaresma.

-Sí, el próximo domingo será “domingo de Ramos” y parece que fue ayer cuando celebrábamos la Navidad.

-Jolín! Y es que pasa el tiempo tan rápido… La verdad, es que todo pasa muy rápido. Vivimos como en una montaña rusa, acelerados continuamente y siempre con una sensación de vértigo, es que no nos da tiempo ni para pensar lo que vamos a hacer dentro de un rato. Todo pasa deprisa, muy deprisa…

-Claro, por eso nos cuesta tanto vivir el momento presente y disfrutarlo… Por eso muchas veces queremos conseguir todas las cosas ya, aquí y ahora. Y por eso andamos siempre agobiados y preocupados por el tiempo. Y mientras tanto la vida pasa…

-Hoy os invitamos a todos a pararnos un poquito para ver qué nos quiere decir Jesús. Durante los domingos pasados hemos tratado de ir recomponiendo nuestro corazón y ayudando a curar los corazones de todos aquellos que sufren por la razón que sea. Este domingo, Jesús nos va a dar un hermoso motivo para seguir curando los corazones heridos, para llevar la esperanza allí donde se haya perdido.

-Tengamos alegre el corazón porque Dios siempre nos escucha y Jesús nos demostró que la vida acaba venciendo a la muerte.



PERDÓN


-Por nuestras prisas y agobios

-Porque nos resulta difícil encontrar tiempo para mirarnos por dentro y para mirar el corazón de las personas.

-Porque es más cómodo echar siempre la culpa a los demás y no asumir nuestra responsabilidad.

-Por nuestra falta de fe, de esperanza y de amor.

En mi debilidad



HOMILIA


Así dice el Señor: “Yo mismo abriré vuestros sepulcros, y os haré salir de vuestros sepulcros.”



“Señor, tu amigo está enfermo”

Hace ya algunos años que la señora Luisa se encuentra enferma . Vive sola en casa y se mantiene gracias a una pequeña pensión. No sabe cuánto tiempo podrá aguantar así; el dolor de los huesos le pesa cada vez más.  Hace varios meses que no ve a su única hija que ha tenido que emigrar para encontrar un trabajo que le permita mantener a sus niños. El agobio, el miedo y la inseguridad la invade cada día.

 “ Esta enfermedad no acabará en muerte, venid a mí los que estéis cansados y agobiados y encontraréis la paz”



“ Señor, si hubieras estado aquí no habría muerto mi hermano”

Abdul ha llegado en una patera a las costas de Cádiz . Hace tres meses salió de su casa buscando una vida. Por el camino ha perdido a su mujer ya su niña pequeña. Omar ni siquiera pudo salir, le resultó imposible saltar las vallas de seguridad. Todos los días se preguntan dónde se encuentra Dios.

“Tu hermano resucitará”



“Sé que resucitará en la resurrección del último día”

Pedro se ha quedado sin trabajo, después de llevar varios meses sin cobrar el sueldo. Su mujer, Elena, hace lo que puede; limpia algunas casas y con lo que saca, a duras penas pagan la hipoteca. Algunos vecinos les llevan comida, y Cáritas les proporciona ayuda para algún pago como el de los libros de texto de sus hijos, ya que no han conseguido este año la beca solicitada. Viven con impotencia la situación y se han resignado a ella. Pero siguen soñando con que algún día la situación cambiará para ellos.

“Yo soy la resurrección y la vida”



“Uno que le ha abierto los ojos un ciego, ¿no podía haber impedido que muriera éste?”

Jorge estudia en la Universidad; Isabel y Carlos todavía van al instituto. Son amigos. No solo se van juntos de copas. El sábado pasado se reunieron para ir a una manifestación en favor de los derechos humanos. Hace un mes compartieron una marcha en defensa de la mujer. Suelen acudir a foros donde se forman e informan sobre temas que nos afectan a todos. Y ya, en su corta vida, se sienten indignados porque no llegarán nunca a comprender el mundo que les ha tocado vivir. Constantemente se preguntan por qué no todos los seres humanos tenemos los mismos derechos, por qué en un mundo tan rico hay tanta pobreza, por qué quienes nos representan a todos y tienen el poder no cuidan de nosotros….y por qué Dios guarda silencio…

Jesús se echó a llorar



¡¡“quitad la losa”!!

“Señor, ya huele mal, porque lleva cuatro días muerto”

En el trabajo, en el mercado, en el barrio, en la familia… podemos escuchar a diario estos comentarios:
- La situación del mundo ya huele mal. No podemos hacer nada, no nos dejan respirar. ¿Hasta dónde vamos a llegar? Esto no tiene solución.
- Nosotros no estamos mal del todo, así que no nos podemos quejar. Y encima hay que dar gracias. Lo importante es que tengamos salud. Hay que aguantar, mientras no nos falte el trabajo…
-Solo podemos pedir que en nuestras casas no nos falte de nada, y si puede ser que nos sobre algo para ir de vacaciones y para seguir pagando la tarifa del móvil…

¿No te he dicho que si crees verás la gloria de Dios?



“Padre, gracias por escucharme siempre” “Quiero que todos crean que tú me has enviado”

En medio de tantas prisas y agobios; en medio de la superficialidad con la que a veces vivimos; en medio de todas aquellas cosas que no nos dejan ver lo realmente importante, lo que de verdad vale la pena; en medio de todos los obstáculos que nos impiden acompañar al hermano para curar sus heridas y devolver la vida…; podemos encontrar cientos, miles, millones de personas que siguen el camino que Jesús comenzó.  Personas de vida callada y sencilla que no dejan de soñar, de buscar, de construir, de luchar… Personas que siembran esperanza, que devuelven la paz y la vida. Personas capaces de mirar al mundo con ternura y compasión

“Lázaro, ven afuera”

Muchos, al ver lo que había hecho Jesús, creyeron en él.




PETICIONES


1.- Jesús, te pedimos que calmes nuestros agobios y prisas. Enséñanos a vivir con paz cada momento, para poder disfrutar de los pequeños regalos que la vida nos trae cada día.

Escúchanos, Señor.

2.- Jesús, te pedimos por todas las situaciones de muerte que tenemos a nuestro alrededor. Enséñanos a saber estar cerca de los que sufren, de los que lo están pasando mal, de los que se sienten tristes y solos.

Escúchanos, Señor.

3.-Jesús, te pedimos por todos nosotros, para que salgamos de nuestra comodidad y conformismo. Enséñanos a denunciar las injusticias y a no quedarnos parados ante la situación de nuestro mundo.

Escúchanos, Señor

4.- Jesús, te pedimos por todas las personas que nunca dejan de soñar, de buscar , de construir la paz y llevar esperanza. Queremos que sean para nosotros una referencia en la vida.

Escúchanos, Señor.

5.- Jesús, te pedimos por todos aquellos que utilizan el poder en su propio beneficio sin mirar las necesidades de las personas. Enséñanos a dar testimonio de justicia, servicio y entrega a los demás.

Escúchanos, Señor



No hay comentarios:

Publicar un comentario