jueves, 28 de marzo de 2019

CUARESMA ES TIEMPO DE... ORACIÓN


EUCARISTÍA DEL DOMINGO 24 DE MARZO DE 2019. 3º DOMINGO DE CUARESMA



Monición de entrada

            Buenos días. Este 3º domingo de cuaresma, nos vamos a centrar en dos aspectos.

          En primer lugar, hoy celebramos en nuestra parroquia el día del Seminario. En la Diócesis de Zaragoza, a la cual pertenecemos, actualmente hay 16 seminaristas entre todos los cursos, es decir, entre 2 y 4 por año. Las cifras son totalmente insuficientes para llegar a todos los cristianos de nuestros pueblos y ciudades, ya que, con números en la mano, ahora mismo hay unos 350 sacerdotes de los que unos 200 están jubilados con 75 años o más. Nosotros tenemos todavía la gran suerte de tener un cura “joven” y dinámico exclusivo para nuestra parroquia, pero hay mucha gente en nuestra diócesis que tienen curas muy mayores o tienen un cura para repartirse entre varias parroquias.

          Necesitamos curas para nuestras 276 parroquias. Tenemos el deber de apoyarles con todo nuestro aliento, tanto moral como económico, y también muy importante con nuestra oración, ya que vienen a ser llamados los principales dinamizadores de la acción pastoral y evangelizadora de nuestras iglesias locales.

          Y hablando de rezar para que surjan nuevas vocaciones, hoy también lo vamos a dedicar a hacer un repaso de nuestra oración. Nos podemos hacer varias preguntas:

-  ¿Rezamos suficientemente? Tanto que hablamos, por ejemplo los árabes nos llevan mucha delantera en la oración, ellos rezan CINCO veces al día, de rodillas y mirando a La Meca. ¿Podíamos aprender algo de ellos? ¿Rezamos ni siquiera la cuarta parte que ellos?

-  Cuándo rezamos, ¿estamos concentrados en hablar con Dios, o nos pueden nuestras obligaciones, nuestras preocupaciones o los ruidos de alrededor?

-    Cuando rezamos, ¿pedimos o damos? ¿Pedimos cosas a Dios o nos ponemos a su disposición para hacer lo que Él nos pida?

-    ¿Rezamos alguna vez en familia o en comunidad, o siempre solos?

            Hoy vamos a reflexionar sobre cómo es nuestra oración, y cómo, dentro de nuestro capullo, ese que tenemos en la pantalla y sobre el altar como símbolo para esta Cuaresma, necesitamos de la oración para dejar de ser gusanos y convertirnos en mariposas, es decir, dejar de pensar en la muerte de Jesús para creer en su Resurrección.


Peticiones de perdón

-   ¡Con qué facilidad cambiamos las cosas cuando no nos gustan! Si vemos a alguien que necesita nuestra ayuda, volvemos la cara. Si no nos gusta un programa, zapeamos. Si no nos gusta nuestro cuerpo, nos maquillamos o recurrimos a la cirugía estética. Y así muchas cosas más. Te pedimos perdón por querer ser siempre los primeros, los mejores, los más guapos. Señor, ten piedad.

-   Rezamos muy poco, y la mayoría de las veces, además, lo hacemos de prisa y corriendo, de carrerilla y sin hablar realmente con Dios, sino de decirle solo nuestras cosas, pero sin escuchar lo que Él nos dice. Cristo, ten piedad.

-   Te pedimos perdón también Señor porque no valoramos convenientemente el esfuerzo y el valor que han tenido, tienen y deben de seguir teniendo todos los días de su vida las personas consagradas a Dios: sacerdotes, religiosos, misioneros y seglares. Señor, ten piedad.

Monición a la 1ª lectura
            Al igual que a Moisés en el desierto, hoy en día Dios nos sigue llamando de muchas maneras. Él respondió: Aquí estoy. Nuestros seminaristas también han respondido de la misma manera a esa llamada, y se comprometen a estar dispuestos a guiar al pueblo de Israel hasta los brazos de Dios.


Monición a la 2ª lectura

            San Pablo nos recuerda que todos hemos bebido de las mismas fuentes, y no debemos intentar ser unos más que otros, porque el que se intenta elevar sobre los demás, tiene mucho más fácil caerse de su pedestal.


Monición al Evangelio

            La función del cristiano no es la de arrancar de cuajo al que no da fruto, sino trabajarlo, podarlo, entrecavarlo, echarle abono y mimarlo hasta que lo dé. Hay que perder tiempo y esfuerzo en las relaciones con los demás.


Peticiones

-   Pedimos al Señor que proteja a la Iglesia, la oriente, y mande a su seno testigos de su amor en forma de nuevas vocaciones sacerdotales y religiosas. Señor, enséñanos a orar.

-   Para que nos creamos que la fuerza de la oración es capaz de mover montañas, yihadismos, Donald Trump y cualquier otra injusticia en el mundo. Señor, enséñanos a orar.

-   Para que no dejemos que nuestra higuera interior se seque y no dé fruto, y sepamos entrecavarla y abonarla con la fuerza de nuestra oración y la ayuda de nuestra comunidad. Señor, enséñanos a orar.

-   Por los que casi siempre pensamos primero en nosotros mismos, para que aprendamos a descubrir las cualidades y las bellezas de los demás. Señor, enséñanos a orar.

-    Por nuestro cura José Luis, para que nos infunda ánimos a cada uno de nosotros y sepamos seguir a Dios más de cerca gracias a su colaboración. Señor, enséñanos a orar.

-   Y también por el resto de sacerdotes, pasados, actuales y futuros. Ellos nos han guiado hasta hoy y les pedimos que lo sigan haciendo. Señor, enséñanos a orar.

PADRE NUESTRO,
QUE ESTÁS EN LOS CIELOS.

Al llamarte PADRE, acudimos a ti con la confianza de hijos.

Al decirte NUESTRO queremos decir que vamos a tratar a nuestro prójimo como hermanosy que vamos a intentar salir de nuestro individualismo, de nuestro hedonismo y de nuestro narcisismo.

SANTIFICADO SEA TU NOMBRE.

Estamos pidiendo a Dios que su nombre sea respetado, y que seamos fieles y obedientes a su doctrina cristiana.

VENGA A NOSOTROS
TU REINO
Le pedimos a Dios que su reino de paz, justicia y amor se quede entre nosotros, pero nosotros también debemos de trabajar para que se cumpla ese sueño.

HÁGASE TU VOLUNTAD EN LA TIERRA COMO EN EL CIELO

Te pedimos que nos ayudes, ya que nosotros solos no somos capaces de hacer tu voluntad y necesitamos la fuerza de tu Espíritu.

DANOS HOY NUESTRO PAN DE CADA DÍA.

Con esta frase, te estamos rogando que nos des tu alimento, la Eucaristía, a la vez que te pedimos que obtengamos las cosas necesarias para seguir viviendo.

PERDONA NUESTRAS OFENSAS COMO TAMBIÉN NOSOTROS PERDONAMOS A LOS QUE NOS OFENDEN.

Te estamos pidiendo que aprendamos de tu manera de perdonar a tus Hijos, siempre y sin reservas,
y que lo sepamos aplicar
 a nuestro prójimo.

NO NOS DEJES CAER EN LA TENTACIÓN

Te estamos pidiendo que nos acompañes siempre en nuestro transitar por la vida, y que nos ayudes a seguir el camino recto hacia la salvación.

Y LÍBRANOS DEL MAL.

Es decir, no dejes que el mal se ensañe con nosotros, y que nosotros no transmitamos el mal.

AMEN.

Que se haga como
Tú quieras, y que así sea.
 

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