domingo, 1 de junio de 2014

DIOS BAJA A LA TIERRA PARA ASCENDER AL HOMBRE



EUCARISTÍA DEL DOMINGO 1/6/2014.  DÍA DE LA ASCENSIÓN


-¡Buenos días, hermanas y hermanos! Hoy, día de la Ascensión, celebramos que Dios baja a la tierra para ascender al hombre.
-Dios nos creó para ser libres, para ser felices amándonos y haciendo el bien unos a otros.
-A pesar de que el hombre, a lo largo de la historia, ha utilizado su libertad en numerosas ocasiones para destruirse; para hacer daño, para crear desorden e injusticia en el mundo…; a pesar de todo esto, Dios ha seguido y sigue creyendo en el hombre y en su capacidad de amar.
-Su fidelidad con el mundo le llevó a hacerse uno más entre nosotros; para mostrarnos el camino del amor, del respeto, de la verdad, de la libertad. Jesús mismo es el camino que nos muestra la verdadera libertad.
-La muerte de Jesús es el mayor acto de fe en el hombre. Y su resurrección, el mayor acto de amor de Dios hacia el hombre.
-La Ascensión supone el final de su misión como hombre en el mundo; porque, a partir de este momento va a ser su Espíritu quien continúe su obra a través de nosotros. No nos deja solos. Él está y estará con nosotros todos los días hasta el fin del mundo.

PERDÓN
-Porque nos cuesta dejarnos amar y confiar plenamente en Dios. Señor, ten piedad.
-Porque, con frecuencia, queremos construir una iglesia a nuestra medida y nos creemos en posesión de la verdad. Cristo, ten piedad.
-Por nuestra falta de amor con los que tenemos cerca y por las injusticias cometidas. Señor, ten piedad.


HOMILÍA

-Esta es la historia de una pareja que se amaba mucho. Fruto de ese amor nació un hijo, al que adoraban. Claro que, al principio, el hijo no sabía ni podía hacer nada. Si le dejaban solo, se caía; si se despistaban un poco, se perdía… Tuvieron que enseñarle a hablar, a caminar, a comer, a descubrir y a comprender cosas.
-Los primeros años, tenían que estar todo el tiempo pendientes de él y acompañarle en cada momento. Se pasaban horas y horas mostrándole todos los rincones y recovecos que la vida tenía; y enseñándole, poco apoco, a buscarlos por él mismo.
-En esa trayectoria no faltaron los buenos momentos: las alegrías, las sonrisas, los abrazos, las sorpresas… Y claro está que también los hubo malos: tropezones, lloros, caídas, frustración… Pero éstos no dejaron que el niño perdiera la confianza en sus padres, sino que le ayudaron a hacerse más fuerte, a crecer, a levantarse, a seguir buscando…
-Pasó el tiempo y aquel niño creció. También tuvo otros hermanos que se unieron a él en la aventura de la vida. Los padres veían y contemplaban la obra que Dios había hecho en sus hijos a través de ellos. Y se sentían orgullosos.
-Un día vieron su misión cumplida en esta tierra. Y ese día volvieron a Dios, del que procedían. Fue en ese momento cuando los hijos miraron al cielo, pero no al cielo de nubes que hay allí arriba; sino que miraron dentro de su corazón. Y allí, en lo más profundo, encontraron el espíritu de sus padres que seguía latiendo y viviendo con fuerza dentro de ellos.
-Sabían que no estaban solos; sabían que la sabiduría, la experiencia, el amor y la vida de aquellos que los amaron, siempre les acompañaría por el resto de sus vidas.

Con la ascensión de Jesús se inicia en nosotros una nueva andadura: nuestra misión como Iglesia, como comunidad de hermanos unidos por el mismo espíritu; unidos por el amor de Dios.
No es que Jesús se marche, es que Jesús se queda en nosotros hasta el final de los tiempos; aquí, en la tierra, en nuestro mundo, en nuestro corazón. Y se queda para que juntos sigamos buscando, creciendo, amando y construyendo un mundo mejor.
Así que, vamos a bajar a Dios de las nubes para siempre y vamos a dejarle que viva donde él desea, que es dentro de nosotros.



PETICIONES

-1 Jesús, queremos ser una Iglesia alegre, sencilla, abierta y divertida; una comunidad donde quepamos todos y podamos compartir todo como tú lo hiciste. Te lo pedimos, Jesús.
-2. Jesús, queremos estar cerca de las personas tristes para poder regalarles una sonrisa; de los que sufren y lo pasan mal, para que sepan que no están solos. Te lo pedimos, Jesús.
3.- Jesús, queremos que haya justicia y paz en todos los lugares del mundo; y que las personas se quieran un poco más. Te lo pedimos, Jesús.
4.-Jesús, queremos que todos los niños del mundo se sientan queridos y puedan hacer realidad sus sueños e ilusiones. Te lo pedimos, Jesús.
5.-Jesús, queremos que sigas siendo nuestro amigo; que nunca nos dejes solos; y que nos cuides y nos bendigas todos los días de nuestra vida. Te lo pedimos, Jesús.

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