domingo, 8 de noviembre de 2015

UN CORAZÓN GENEROSO

Parroquia Nuestra Señora de Lourdes. Valdefierro

Misa dominical 8 de noviembre de 2015


Monición de entrada.


Buenos días. Hoy el tema de la misa va de DAR. De dar, de compartir, pero de una manera que quizá nos cuesta entender, ya que tanto en la primera lectura y en el evangelio nos proponen dar de lo que nos hace falta, de lo que no nos sobra. Aparecen dos viudas, de las últimas en la escala social de Israel, y además pobres. Sin embargo comparten lo poco que tienen. Y hasta el mismo Jesús señala el valor de la pequeña ofrenda hecha por la viuda.


Hemos de reconocer que solemos compartir lo que nos sobra, los libros viejos en el mercadillo, la ropa que se nos ha quedado pequeña, los juguetes que ya no usamos,...y también compartimos nuestro dinero, pero de una manera que normalmente no nos afecta a nuestra economía familiar. Sinceramente: solemos compartir menos de lo que nos gastamos en vacaciones, en salir con los amigos, en tomar algún refresco… Y aun así tiene valor el hecho de que compartamos nuestros bienes. Pero Jesús nos dice hoy que está mejor cuando compartimos no solo lo que nos sobra, sino lo que nos hace falta.

También podemos intuir que cuando compartimos lo que somos, el tiempo que tenemos, lo que sabemos hacer, nuestro esfuerzo, la alegría y las penas,… nuestra vida!, pues estamos compartiendo algo más que aquello que nos sobra. Entonces, nos ofrecemos a nosotros mismos. Y eso tiene más valor. Y entonces, lo poco que entregamos de nosotros tiene mucho valor, aunque sea aparentemente insignificante. Cada uno aporta algo nuevo y distinto, siempre enriquecedor. Quizá en ese caso nos podríamos parecer a la viuda.

Vamos a celebrar la misa de hoy teniendo presente este mensaje y recalcando que lo debemos hacer siempre con alegría. Recordad nuestro lema: Estad Alegres. Compartir lo que somos, nuestra vida, no solo lo que nos sobra, nos va a hacer más alegres.



Acto penitencial.


Muchas veces entregamos lo que nos sobra y por ello nos creemos ya los benefactores de la sociedad. SEÑOR, TEN PIEDAD.

Cuantas veces pensamos que lo que podemos aportar no merece la pena o no es suficiente y dejamos de hacerlo. CRISTO, TEN PIEDAD.

Nos cuesta seguir tu propuesta: un camino de entrega y sencillez, de generosidad callada en la que compartamos lo que somos y lo que tenemos. SEÑOR, TEN PIEDAD.



Monición a las lecturas


En la primera lectura de hoy escuchamos sobre la generosidad de una viuda a la que no le queda alimento ni para mantenerse con su hijo y aún así comparte lo que tiene, empujada por las palabras del profeta. Vemos también que como resultado de su generosidad su despensa no se vacía. Al dar generosamente sin plantearse las consecuencias, recibe más.

En la carta de los hebreos, se nos recuerda que Jesús se ofreció a sí mismo, totalmente y hasta el final, señalándonos con su generosidad el camino que nos acerca a la presencia eterna de su Padre.

En el evangelio se compara la falsa generosidad, cargada de vanidad, de los que publican sus buenas obras y dan de lo que les sobra frente a la humilde y callada ofrenda de una viuda que posiblemente ofrece todo lo que le queda sin protagonismo, de manera silenciosa. Jesús nos dice claramente cuál de las maneras de compartir tiene valor para Él.



Oración de los fieles


Por los pobres y necesitados, por los que no tienen trabajo o se encuentran solos y abandonados, que sienta la cercanía y generosidad de los cristianos de Valdefierro. “Roguemos al Señor”.

Por todas las personas que entregan su vida al servicio de los demás de una manera discreta y sin echarse flores, para que Dios les dé fuerzas y alegría en su tarea. “Roguemos al Señor”.

Por todos nosotros, la comunidad de Vadefierro, para que pongamos al servicio de todos lo que somos y tenemos: el dinero, el trabajo y nuestras vidas. “Roguemos al Señor”.

Para que luchemos porque el mundo sea la casa común de todas las personas, construida desde el respeto, la justicia y la igualdad. “Roguemos al Señor”.

Trabajemos para que nuestro país y todos los países ricos, hagan suya la llamada de tantos pueblos injustamente empobrecidos y les ayuden en un desarrollo justo y solidario. “Roguemos al Señor”.

Para que seamos creadores de paz, de la paz que nace de la justicia y del reconocimiento de cada persona humana. “Roguemos al Señor”.



Ofertorio.


Hoy en el ofertorio, para interiorizar aun más la palabra de Jesús de hoy, el que quiera va a realizar una pequeña ofrenda, importante para él o ella, dando lo que le falta, lo que es más personal, lo que puede ayudar a los demás y a veces nos guardamos por miedo, por vergüenza o por comodidad. Y de una manera humilde, en silencio, sin que se entere la otra mano. Puede ser una acción, una actitud, un compromiso concreto, una característica de su personalidad…Al pasar la cesta el que quiera escribe en un trozo de papel eso que quiere ofrecer, de una manera consciente de su compromiso y de manera anónima lo echará al cesto de la ofrenda y después se ofrecerán ante toda la comunidad en el altar.

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