EUCARISTÍA DEL TERCER DOMINGO DE ADVIENTO. PARROQUIA Nª Sª DE LOURDES
MONICIÓN DE ENTRADA
Buenos días! Nos encontramos ya en el tercer domingo de adviento preparándonos para el nacimiento de Jesús, cada vez más cerca. El primer domingo celebrábamos el “sí de Dios”, incondicional. Dios sigue apostando por el ser humano y se hace presente entre nosotros. El domingo pasado se nos invitaba a dar un “sí” personal, auténtico, el sí de vivir “aposta” siguiendo el Evangelio.
Como hijos de un único Dios, Padre-Madre, y por lo tanto como hermanos, hoy vamos a extender un poco más el “Sí”. Un poco más allá de lo personal se encuentra el “Sí de la comunidad.” Esto nos lleva a vivir aposta con el hermano, codo con codo, como familia, como barrio, como comunidad parroquial, como Iglesia, como sociedad…; siendo testigos de la luz y reflejo de la humanidad de Jesús en medio de este mundo lleno de oscuridades.
Os invitamos a trabajar juntos, a cuidar unos de otros, a respetarnos y mimarnos. Desde la alegría, estando atentos a los hermanos que más nos necesitan en estos momentos, a los más desprotegidos y vulnerables.
Sin olvidarnos de que es Él quien nos sostiene y alienta. Como dice Benedetti en uno de sus poemas, “en la calle codo a codo somos mucho más que dos”.
Es nuestra responsabilidad en un mundo en el que todos formamos parte y que, por lo tanto, es de todos.
PERDÓN
-Señor, tenemos tantos “ruidos” que no te escuchamos; necesitamos espacios para nuestro encuentro contigo y decimos no tener tiempo; andamos con tanta prisa que nos olvidamos de ser felices.
Señor, ten piedad.
-Señor, nos preocupamos de tantas cosas, que a veces dejamos de ocuparnos de lo realmente importante; sentimos que tenemos que “salvar el mundo” cuando no somos capaces de cuidar de nosotros mismos.
Cristo, ten piedad.
-Señor, no siempre somos conscientes de que el mundo es de todos y que debemos cuidar unos de otros; nos cuesta trabajar juntos; con frecuencia se nos olvida que formamos parte de una misma humanidad y un mismo planeta.
Señor, ten piedad.
HOMILÍA
Es momento de preparar el Belén. En nuestras casas, en los lugares públicos, en colegios, escaparates … en la mayoría de lugares ya está “montado”. Es algo que disfrutamos en estos días, que nos alegra y enternece.
Pero sobre todo es momento de preparar el Belén de la vida. No se trata de un belén estático, solo para contemplar. El Belén de la vida lo formamos todos y cada uno de nosotros, cada ser humano. Cada persona, imprescindible, necesaria…y todos cuidando de todos.
Es momento de sanar, de llevar la buena noticia; es momento de dar testimonio de la luz, de contagiar paz y alegría.
Es momento de mirarnos con respeto y reconocimiento, sin intereses egoístas ni hipocresías.
Es momento de buscar el bien del otro, con sencillez y sinceridad, sin máscaras ni maquillajes.
Es momento de acariciar con ternura, de levantar a los que se han caído y de sostener a quien vacila.
Es momento de caminar por los senderos junto con el hermano.
Hoy, ahora, es el momento de “montar” un Belén vivo, el momento de decir “sí” en comunidad al proyecto de Dios para toda la humanidad.
(Ponemos el vídeo, “el Belén de la vida”)
PETICIONES (Ayúdanos a ser testigos de tu luz)
1.- Señor, queremos cuidar tu Iglesia; para que sea sencilla, alegre y acogedora.
2.- Señor, queremos cuidar a las personas mayores; para que nunca estén tristes ni vivan en soledad.
3.- Señor, queremos cuidar a todos los niños; para que tengan las mismas oportunidades en la educación y en el cariño de una familia.
4.- Señor, queremos cuidar a las personas adultas; para que no les falte trabajo, ni una vivienda digna.
5.-Señor, queremos cuidar a los inmigrantes; para que encuentren respeto, reconocimiento y oportunidades allá donde se encuentren.
6.- Señor, queremos cuidar nuestro planeta; para que nuestros hijos puedan seguir gozando de las maravillas que nos regala.
7.- Señor, queremos cuidar los unos de los otros; para que este sea el mundo de hermanos que tú soñaste.
No hay comentarios:
Publicar un comentario