EUCARISTÍA DEL 21/12/2014. CUARTO DOMINGO DE
ADVIENTO
MONICIÓN DE ENTRADA
¡Estad
alegres! ¡Estad alegres! Dios no se fijó en nadie importante para realizar su
sueño en la tierra. María, mujer pobre, excluida en su tiempo por su condición
de mujer; María, que ni siquiera
estaba casada, iba a tener un hijo que traería la salvación. María fue la
elegida por Dios para hacerse Él mismo presente entre nosotros.
¡Estad
alegres! Hoy, Dios se sigue encarnando de nuevo en los sencillos, en los
hombres y mujeres de bien, en los niños, en los pobres, en los excluidos. Dios
confía su misión a los pequeños, se fía de ellos. ¡No tengáis miedo! Porque Él
está con nosotros, porque nos da su fuerza y acompaña en cada momento. Ojalá,
que como María, aún sin entender, nos pongamos en sus manos. Ojalá, que como María, estemos dispuestos a
decir “hágase en mi según tu Palabra” “Que sea lo que tú quieres, Señor”.
PERDÓN
1.- Porque
nos cuesta ser valientes y dar la cara. Porque en muchas ocasiones decimos
cosas bonitas que luego no ponemos en práctica. Señor, ten piedad.
2.- Por las
veces que no acogemos a los demás. Porque cerramos nuestro corazón y volvemos
la espalda a quienes nos necesitan. Cristo, ten piedad.
3.- Porque
no siempre te reconocemos en nuestra vida. Porque no nos dejamos amar y cuidar
por ti. Señor, ten piedad.
SALMO
Cantamos
“Donde tú quieras, como tú quieras”.
HOMILÍA
¡ALÉGRATE
MARÍA!
Tú vas a ser
la portadora de una nueva y gran noticia. De ti nacerá quien devuelva la
esperanza, la ilusión y las ganas de vivir, a los que lo están pasando mal, a
los pobres, a los excluidos, a los que desean la paz y la justicia. ¡Alégrate,
María!
¡PREOCÚPENSE
LOS PODEROSOS, LOS QUE DOMINAN, LOS QUE SOMETEN!
Preocúpense
porque en el Reino de Dios no hay sitio para sus aires de grandeza ni de poder.
¡ALÉGRENSE
LOS QUE CREEN EN LA UTOPÍA!
Alégrense
los que trabajan por la paz, los misioneros, los voluntarios, los que dan su
tiempo sin pedir nada a cambio. Alégrense los que denuncian y no se callan, los
valientes. Alégrense porque pueden dar la vuelta a este mundo injusto.
¡PREOCÚPENSE
LOS ACOMODADOS, LOS EGOÍSTAS, LOS INDIFERENTES!
Preocúpense
porque nada de lo que acumulan les dará felicidad; porque todo un día se
desvanecerá; porque se pierden la única riqueza que siempre permanecerá, la
única que merece la pena: el amor y la generosidad.
¡ALÉGRENSE
LOS SENCILLOS, LOS POBRES, LOS EXCLUÍDOS!
Alégrense
porque Dios renace en ellos, porque son sus favoritos. Alégrense los niños, los
ancianos, los enfermos; alégrense porque de la debilidad nace el amor más
grande, más limpio. Porque son capaces de acoger a Dios, de dejarse amar por
Él.
¡PREOCÚPENSE
LOS VIOLENTOS, LOS MALTRATADORES, LOS MENTIROSOS!
Preocúpense
porque destruyen su propia vida, porque se engañan a sí mismos. Preocúpense
porque las guerras y cualquier forma de maltrato no solucionan ningún problema.
Preocúpense porque de esa manera nunca conseguirán nada.
¡ALÉGRENSE
LOS PACÍFICOS, LOS QUE AMAN Y CUIDAN NUESTRO PLANETA!
Alégrense
porque la paz es el único camino para la justicia. Alégrense los que prefieren
dialogar y rechazan los gritos y las imposiciones. Alégrense los que viven en
armonía con los hombres y la naturaleza.
¡Alégrense los que escuchan la invitación de Dios, la aceptan como
María, y SE ARRIESGAN por llevar a cabo su plan! ¡Alégrense!
No hay comentarios:
Publicar un comentario