viernes, 6 de enero de 2017

JESÚS, REGALO PARA TODOS

EUCARISTÍA DEL DÍA DE LA EPIFANÍA, 6/1/2017

 

MONICIÓN DE ENTRADA


Hemos llegado a lo que parece el final de las fiestas navideñas. Después de tantos festejos, ha llegado el día de los niños por excelencia. Muchos regalos, muchas ilusiones, y mucha, mucha alegría.


Pues es ahora, en este momento, cuando nos vamos a centrar en el mejor regalo, el regalo que los reyes Magos fueron a buscar a Belén: a Jesús, al amor.


Aquí hay personas que han transmitido el amor de Padre; ese amor seguro, vigoroso, fuerte, protector, ese amor que te hace sentir único y amado. Otros han dado el amor de hijo; ese amor que cuando abrazas a tu padre siente que nada ni nadie puede hacerle nada, se para el mundo en ese instante. Eres feliz, estás tan a gusto, tan satisfecho. Ambos son una propiedad conmutativa da igual sentir uno u otro, es el mismo, da igual el sentido en que lo hagas.


Ese es el Amor de Dios, unas veces un hijo que protegemos y cuidamos para el mundo y otras un padre que nos hace sentir fuertes y felices.


Ese es el Amor que Melchor, Gaspar y Baltasar fueron a buscar a Belén; ese amor fue el que se llevaron de vuelta a sus casas.


Por eso le ofrecieron lo mejor de ellos mismos, porque ese regalo tan grande nos obliga a que nosotros también nos regalemos con Él.


Sintámonos hoy todos Reyes que han encontrado el mejor regalo para el mundo, a DIOS.



PERDON


Dejando de lado lo de los juguetes y regalos, vamos a pensar en algo importante: que con Jesús se encontraron quienes se tomaron la molestia de salir de sus comodidades y ponerse en camino al encuentro con Dios.

Pero a nosotros nos puede pasar lo mismo que a la gente importante del tiempo de Jesús, si damos más importancia a los regalos que a Dios. Empecemos por pedir perdón.

– Tú eres la luz, que brilla en la tiniebla. SEÑOR, TEN PIEDAD…

– Tú eres la luz, que alumbras a todos. CRISTO, TEN PIEDAD…
– Tú eres la luz, que da vida al mundo. SEÑOR, TEN PIEDAD…


PETICIONES


· Señor te pedimos por todos aquellos niños que están sufriendo las guerras, que por conflictos bélicos sufren enfermedad, hambre o tiene que huir, que encuentren en Dios la fortaleza para seguir y en el resto de las naciones ayuda para salir de esta situación.


Roguemos al Señor.


· Por todas aquellas familias que pasan necesidad, por culpa del paro y la marginación, que busquen consuelo en Dios y que tengan la ayuda necesaria de los demás, para poder paliar su situación.


Roguemos al Señor.


· Pedimos por todos los gobiernos del mundo, que Dios mueva en ellos el amor, la compasión y la justicia para que sus políticas sean por los que hoy en día más lo necesitan.


Roguemos al Señor.


· Pidamos al Señor esperanza e ilusión. Pidamos también, corazones dispuestos a ocuparse de aquellos niños sin hogar, para que tengan la posibilidad de encontrar una familia en la que crecer y desarrollarse como persona.


Roguemos al Señor.


· Por todos nosotros para que Dios nos ayude y nos fortalezca, para poder dar a los demás, para poder responder ante las necesidades de nuestros hermanos. Para que inculquemos a nuestros hijos la necesidad de ser generosos con los demás.


Roguemos al Señor.



OFRENDAS


(UN ADOLESCENTE PRESENTA A SU PADRE)


ORACIÓN: Yo, Señor, quiero ofrecerte hoy a los padres. Mira, ellos han sido y son para mí, como la estrella que condujo a los Magos hasta la cueva de Belén y ante tu Hijo recién nacido. Ellos me han traído a la fe y, mediante su educación, me siguen guiando por los caminos de tu Hijo, donde, día a día, aprendo a ser su discípulo y a seguir sus pasos. Por ello, Señor, te doy gracias. Señor, que nunca a los niños y adolescentes, como yo, nos falte esta estrella, que nos acompañe en nuestro crecimiento integral.



GESTO DE PAZ


Entre todos los regalos que voy a tener hoy, nos hemos de quedar con uno: la amistad que nos brinda Jesús. Pero para ser sus amigos, tenemos que ser amigos de todos. Que el saludo de paz que ahora nos damos sea un gran abrazo a todos los niños, jóvenes y mayores que pasamos juntos la vida, para que, juntos intentemos ser felices…



CARTA A LOS REYES MAGOS:


Queridos Reyes Magos:


Este año quiero pediros que no me traigáis nada para mí.

Todos los años estoy
pensando y pensando en lo que quiero,
creándome necesidades nuevas y buscando otros caprichos,
para aprovechar este día
y sacaros partido.

Pero este año voy a pediros

que me descentréis de mí mismo,
que me ayudéis a salir
de este egoísmo que me envuelve,
para escuchar solamente
lo que le pasa a los demás.

Este año podríais cambiar el oro, incienso y mirra,

por otras cosas que urgen más.
Traed trabajo
para los que no lo tienen
y quitádnoslo
a los que tenemos de más.

Traed sensibilidad para adivinar

lo que necesita la persona
que tenemos al lado.
Traed paz, para que frenemos
los pequeños y grandes desencuentros.
Traed sosiego,
para que no andemos
todos como locos
corriendo tras no sé qué.

Traed equilibrio,

para que encontremos todos
la mejor manera de vivir.
Traed serenidad,
para que sepamos aceptar
las dificultades de la vida.
Traed escucha,
para que nos hagamos hueco
en el corazón unos a otros.

Traed encuentros,

para que nos disfrutemos mutuamente.
Traed abrazos,
para que nos los regalemos
en la vida diaria, que sanan mucho.

Traed austeridad,

para que aprendamos
a vivir en la libertad
del no tener todo.

Traed paciencia,

para que sepamos respetar
los ritmos de la vida, sin acelerarla.
Traed resurrección,
para que estemos convencidos
de que no hay muerte que nos pueda.

Traed ternura,

para llenar el mundo de Amor
y sentirnos todos hermanos.
Traed diversión,
para vivir la apasionante aventura
de la vida con chispa y con humor.
Traed intimidad,
para cuidar los momentos especiales con Dios y con los hermanos.

Traednos a Dios,

mejor, no traigáis nada de lo anterior,
traednos a ese Dios
que os encontrasteis,
porque con Él en nuestra vida conseguiremos todo lo anterior.




DESPEDIDA


Vamos a irnos llenos de ilusión, con nuestro gran regalo como cada Domingo. Un regalo único, exclusivo y, a la vez, tan común que lo podemos tener todos.


Ese regalo, no nos olvidemos, no lo podemos guardar en un cajón. Tampoco esconderlo.


Lo tenemos que dar, tenemos que irnos hoy con la alegría de que cada día debemos dar nuestra fe, esperanza y caridad a cada persona que nos encontremos… Que se note nuestra alegría.


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