PENTECOSTES 2015
MONICIÓN DE ENTRADA
¡Buenos días hermanas y hermanos! Celebramos hoy la fiesta de
Pentecostés. Nuestro Padre Dios y su hijo y nuestro hermano Jesucristo nos
regalan su Espíritu para vivir en nosotros. Vamos a ver un vídeo que nos
ayudará a entenderlo.
PERDÓN
Escuchamos la canción de Luis Guitarra “Vengo cansado”
MONICIÓN A LAS LECTURAS
Discípulo 1: -¿qué ha sido eso? ¿No habéis oído
un ruido?
Discípulo 2: -¡Calla, que nos van a oír!
Narrador: Pedro, el que había traicionado a
Jesús diciendo que ni siquiera lo conocía, estaba en una esquina, entristecido,
al fondo del salón.
Discípulo 3: -Anda, Pedro, come un trozo de
bizcocho que nos ha traído Rosa.
Pedro: -No, gracias, no tengo hambre.
Narrador: Pedro seguía pensando en sus cosas…
Pedro: -"Yo nunca te abandonaré…
Aunque todos te traicionen, yo no…". Eso le dije a Jesús. El me llamaba
"piedra" refiriéndose a mi fe; pero mi corazón es un pedrusco…
Narrador: Y lo mismo pensaban todos en aquella
casa, cada cual a su manera.
Discípulo 1: -Tengo 17 años. Nunca conocí a nadie
como él, y nunca lo conoceré.
Discípulo 2: -El me hizo sentir amada de verdad.
Ayudó a crecer lo mejor que había en mí.
Discípulo 3: Nos habló de Dios como nunca nadie
nos había hablado…
Pedro: Jesús ha muerto. Pero si con él ha
muerto todo lo que él defendía, todo aquello por lo que él vivió, entonces esta
vida es de verdad estar muertos, y no merece la pena vivir.
Narrador: ¿No merece la pena la inocencia?
¿No merece
la pena la defensa de los que no pueden defenderse?
¿No merece la pena la dignidad de cada ser
humano?
¿No merece
la pena perdonar a nuestros enemigos e incluso llegar a amarles?
¿No merece
la pena la misericordia?
¿No merece
la pena la esperanza en un mundo mejor?…
Pedro: -Amigos míos, ¡no puedo más! ¡yo así
no puedo seguir, con todo lo que hay que hacer! ¿Vamos a estar aquí encerrados
como ratas?
Discípulo 1: ¡Ay, ay, ay, la debilidad se le ha
subido al coco!
Pedro: -¿Es así como somos fieles al
recuerdo y a la amistad de Jesús? ¿Es esto lo que queríamos decir cuando le
jurábamos amistad eterna?…
Narrador: A medida que Pedro hablaba, ellos
sentían como un fuego que les entraba por dentro… Sentían revivir dentro de
ellos el Espíritu de Jesús, y un viento impetuoso se llevó sus miedos, arrancó
sus temores, limpió sus prejuicios…
Pedro: -¡Vamos a salir ahí fuera, y si nos
detienen, que nos detengan! Nosotros somos la prueba de que Jesús sigue vivo.
HOMILIA
Narrador: "Al final, pese al miedo que les
había embargado, salieron a dar la cara. No salieron de su escondite para
fundar una nueva Iglesia en la que ellos fueran los jefes; tampoco para obtener
ningún beneficio material (¿quién les iba a premiar por dar la cara por un
ajusticiado?); ni para que les considerasen héroes (¿héroes de qué, con lo
cobardes que se habían demostrado…) ¿Qué fue eso del Espíritu Santo? Tuvo que
ser algo tan profundo que se les metió dentro, que se apoderó de su mente y su
corazón. Sintieron en sus entrañas que Jesús se había hecho querer demasiado
como para que ahora ellos renegasen de él y de lo que para él había sido el
objetivo total de su vida. Pentecostés fue una explosión de amor. Solo el amor
es capaz de hacer cambiar así a las personas, solo el amor vence al miedo. Del
amor de Jesús, de su mismo espíritu, nació la comunidad del reinado de Dios. Y
fue ese amor el que les hizo salir para cambiar el mundo, para que el mundo
fuera como Dios lo había soñado desde el principio. Ellos eran la prueba de que
Jesús no había muerto, de que lo mejor de él seguía vivo.
¿Y nosotros?
-El hecho de
que ser "cristiano" no exija hoy valentía ¿no resulta sospechoso?
- No parece
que hoy en día ser cristiano implique compartir hasta el fondo la opción de
vida de Jesús. ¿Por qué sucede esto?
-¿Por qué
ser cristiano ya no significa ser amigo fuerte de Jesús?
- ¿A qué ha
quedado reducido aquel fuego, aquella pasión?
-Seguimos
prudentemente encerrados en nuestros cenáculos, ¿cuáles son nuestros miedos?
-¿Podríamos
confesarnos a nosotros mismos que no podemos ¡VIVIR! alejados de Jesús?
PRECES
Repetimos todos juntos:
Espíritu Santo, que llenas de vida nuestros pasos, derrama
sobre nosotros los dones que necesitamos:
Danos entusiasmo para buscar la verdad allí donde estemos.
Danos sabiduría para saber entender tus designios.
Danos fortaleza para superar las adversidades.
Danos fidelidad para acoger tus enseñanzas de vida
Danos fe para descubrir tu rostro en los más pobres.
Danos valentía para apasionarnos por tu causa.
Danos optimismo para compartirlo con los que sufren.
Danos libertad para denunciar toda injusticia
Danos generosidad para desvivirnos por los demás.
Que tú seas
luz para nuestros ojos,
aliento para nuestros pulmones,
aceite para nuestras heridas,
consuelo para nuestras caídas,
premio para nuestros esfuerzos. AMÉN.
aliento para nuestros pulmones,
aceite para nuestras heridas,
consuelo para nuestras caídas,
premio para nuestros esfuerzos. AMÉN.
LITURGIA EUCARÍSTICA
(Que suban
los niños al altar en esta última parte, en representación de toda la
comunidad, como signo de que "salimos" de nuestros sitios, nos
"movemos". Formamos una comunidad, es el primer paso para después
salir a la calle y continuar la obra que Jesús comenzó.)
Carta del Espíritu al
Mundo (Después de la comunión)
Querida humanidad y creación:
Hoy me encuentro soñando con vosotros,
con vuestro mundo bello y herido.
Sueño el día en que vuestro espíritu humano se vuelva sencillo,
que os hagáis libres, que os sintáis libres, amando y siempre amando....
con vuestro mundo bello y herido.
Sueño el día en que vuestro espíritu humano se vuelva sencillo,
que os hagáis libres, que os sintáis libres, amando y siempre amando....
Sueño con una Tierra Nueva en la que todos os miréis a los
ojos,
Os saludéis por la calle, os sepáis escuchar...
Os saludéis por la calle, os sepáis escuchar...
Sueño para vosotros una vida sin prisas,
viviendo cada día como si fuese el primero y el último...,
maravillándoos como niños...
viviendo cada día como si fuese el primero y el último...,
maravillándoos como niños...
Sueño con un mundo donde deis más importancia a las personas
que a las cosas...
Sueño con un mundo donde sepáis amar al pobre, al que no
tiene pan; al de corbata y el teléfono móvil...
Sueño con un mundo donde no haya juicios ligeros,
sino acercamientos lentos y entrañables...
sino acercamientos lentos y entrañables...
Sueño con un mundo sin relojes que os marquen vuestros
destinos y acciones, porque sueño con el día en que os guiéis sólo por vuestro
corazón...
Os sueño sintiéndoos hermanos, sin jerarquías de poder sino
de amor...
Os sueño libres de ataduras, confiando, siempre confiando...
Os sueño dando gracias por la VIDA..., en conexión con el
Alma...
Existe un camino en que sólo los sueños son capaces de
transformar corazones inquietos y mantener la llama, porque los sueños tienen
poder de transformar el mundo si se les cree...
Con todo ello me despido de vosotros para quedarme siempre en
vosotros.
¡No dejéis de soñar mis sueños!
El
Espíritu de Dios
PD. Recuerda que los sueños son para la vida..., hazlos vida.
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