Eucaristía del domingo 30-10-2016.
Monición de entrada.-
¡Hay que ver cómo cambian los
tiempos! Cuando muchos de nosotros éramos chicos, estos días de Todos los
Santos y de los Difuntos eran como las películas en blanco y negro: silencios,
miedos, no salir de casa, velas y velatorios con rezos a las ánimas del
purgatorio, visitas a los cementerios, recordando tiempos pasados con otros
seres que pasaron a mejor vida…
¡Lo mismito que hoy en día! Todo el
mundo disfrazado de zombis, brujas y payasos asesinos, riéndose de la muerte,
risas y caramelos por las calles, puente festivo para salir a dar una vuelta…
Pues ni tanto, ni tan calvo. En todo
hay una mezcla de vida y muerte.
La muerte es algo natural, y como
tal nos hemos de enfrentar a ella con naturalidad, como un paso más y
obligatorio, el último, que vamos a dar en nuestra vida mortal. Por eso, no
debemos vivir pensando en la guadaña que pende sobre nuestras cabezas, sino celebrar
la vida en todo momento.

Esta semana ha habido en Zaragoza un
encuentro de pediatras de niños enfermos terminales para tratar de montar una
unidad para ayudar a esos niños. Y lo primero que ha dicho el responsable de
ello ha sido: no queremos ayudarles a
morir, sino ayudarles a vivir el tiempo que vayan a estar con nosotros.
Veremos cómo en las lecturas de hoy
nos animan a VIVIR con mayúsculas. Igual que Jesús, que utilizó su muerte para
darnos vida.
Peticiones de perdón.-
1- Por preocuparnos más por los muertos
que por los vivos, más de la muerte que de la vida, Señor ten piedad.
2-
Por
preocuparnos más de lo que pasa en Madrid, Bruselas o Washington, que de lo que
pasa en el portal de nuestro vecino, Cristo ten piedad.
3- Por preocuparnos más de los grandes
resultados que de los pequeños detalles, Señor ten piedad.
Monición a las lecturas.-
- Primera lectura.- Un consejo: Si queréis volver a encontrar a Dios y a su amor, escuchad
y releed siempre que podáis este fragmento del Libro de la Sabiduría. Es para
coger ganas de vivir.
- Segunda lectura.- San Pablo nos dice en esta segunda lectura que no perdamos la cabeza
por la llegada, tarde o temprano, de la muerte, sino que utilicemos la vida
para hacer el bien.
- Evangelio.-
La lectura del pequeñajo Zaqueo siempre nos ha conmovido porque quería ver a
Jesús y no podía. Pero más importante es pensar en que su esfuerzo mereció la
pena, porque gracias a ello pudo vivir con mucha más intensidad dejando de lado
el dinero.
Peticiones.-
-
1.-
Para que sepamos desprendernos de las cosas que no nos dejan vivir en plenitud.
Roguemos al Señor.
-
2.-
Para que nuestros orgullos no nos aparten de los demás. Roguemos al Señor.
-
3.-
Para que los que somos ricos compartamos lo que tenemos, sabiendo que el único
tesoro que poseeremos al final de nuestros días será el bien que hayamos hecho. Roguemos al Señor.
-
4.-
Por todos aquellos que ayudan a la gente a vivir más felices, con menos dolor o
con más necesidades satisfechas. Señor, dáles fuerza para seguir haciéndolo. Roguemos al Señor.
-
5.-
Por los que viven en soledad forzosa, para que encuentren una mano que les
acompañe, Roguemos al Señor.